Atenas. Mayo de 1994. Después de un final de liga de infarto con el penalty de Djuckic y la victoria ante el Sevilla (que se jugaba su participación en la UEFA y que se adelantó en el marcador), el Dream-Team de Koeman, Stoichkov, Laudrup y Romario (pichichi con 30 tantos) se presentaba ante el Milán de Capello y acababa claudicando por 4-0. Johann Cruyff dejó en la grada a Michael Laudrup como castigo porque era un secreto a voces que había fichado por el eterno rival y la magia y la fantasía se quedaron con el danés en la grada.
En 1994 yo tenía doce años. ¿Por qué recuerdo todos estos detalles al dedillo? Porque en sólo una semana supe lo que era ser culé: ligas ganadas en el último segundo y desencantos en Europa. Yo no vi la final de Sevilla (soy de febrero del 82, generación "Naranjito") y la de Atenas fue mi primer gran revés como aficionada al Barça. La botella de champán se quedó en la nevera esa noche...
...Hasta hoy. Este Barça de Guardiola, que no entiende de campos gafes (o de hoteles gafes, ya que se han alojado en el mismo de aquella fatídica noche), con el que se han descorchado numerosas botellas de cava en las dos últimas temporadas, ha logrado imponerse por 0-3 ante el Panathinaikos y sellar su pase como primeros de grupo a falta de una jornada, merced a la derrota anterior del Copenhague ante el Rubin Kazan. Con un fútbol práctico, brillante por momentos, y sin necesidad de alardes físicos, en el estadio ateniense han quedado, por fin enterrados todos los fantasmas y, con ellos, la mala racha fuera de casa en la Champions League.
Este Barça también sabe ganar fuera y por resultado abultado. Este Barça también sabe introducir cambios en el once habitual y que éstos cuajen un buen partido (como Adriano o Mascherano esta noche). A los jugadores de este Barça también les sacan tarjetas y, aunque sean las segundas, no provocan expulsiones antideportivas, descaradas y absurdas para ir con ventaja a octavos. No es el estilo de este Barça, elegante en su juego y en sus formas, y no lo será mientras Pep Guardiola dirija esta nave. A mí me gusta el saber estar de este Barça: su grandeza radica en que, aunque lo intenten imitar, nunca nadie puede ser este Barça. Para bien o para mal.
Messi de nuevo ha sido uno de los jugadores más destacados, aunque a mí me gustaría resaltar el partidazo de Pedro y la labor oscura de un futbolista brillante como David Villa. El primero, siempre luchador y entregado, ha conseguido ver puerta con la misma facilidad que el año pasado; y el Guaje no se desespera, pese a que ninguno de los once tantos que ha logrado su equipo ha llevado su firma. Ojalá en el próximo compromiso pueda romper la racha...
En este grupo, según algunos, de Europa League, el FC Barcelona ha logrado imponerse primero a falta de un encuentro y aún queda por decidir el segundo puesto. Otro grupos, como el G, con más nivel que el del Barça, ya no tendrán nada en juego en la última jornada europea. Este dato demuestra lo reñida que ha estado la clasificación y que el que pasa lo hace por méritos propios.
Ahora sí, el próximo encuentro es el Clásico. La madre de todas las batallas para algunos, tres puntos para otros. Yo me encuentro en el término medio: no se acaba el mundo si se pierde, pero si se gana se consiguen dos cosas: el liderato y que le entren dudas al otro, que hasta ahora no se ha enfrentado a equipos de nivel.
0-1: Pedro: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-pedrito--panathinaikos-0-bar-a-1-103127
0-2: Messi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-messi--panathinaikos-0-bar-a-2-103130
Objetivo cumplido. Pasamos a octavos y como primeros de grupo, además por fin logramos acabar con la "maldición" de Atenas. El equipo realizó un partido de "tiki-taka", lo que mejor saben hacer jejejeje. Ahora sí, toca pensar en el clásico
ResponderEliminarSaludos.
Pues sí, Gabriela. Nada mejor que afrontar el clásico con buen juego y goles. A ver qué tal el lunes... Un abrazo a mi comentarista más fiel en blogspot ;).
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