REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

lunes, 27 de febrero de 2012

Sin Messi no hay paraíso

Este habría sido mi titular el domingo pasado si una inoportuna gripe no me hubiera impedido actualizar este espacio a lo largo de toda la semana. Messi es, hoy por hoy, el auténtico líder de este Barça. Su escasa aportación goleadora lejos del Camp Nou explica, en buena medida (aunque hay otros factores), esa ventaja que saca el líder al segundo clasificado, una renta que, según defienden los propios jugadores culés (y cualquiera que siga la Liga desde el principio), es, a todas luces, exagerada e injusta para la propuesta futbolística que ponen en liza los de Pep cada domingo.

Si en el Estadio blaugrana Leo no tiene rival, lejos de Barcelona sólo ha conseguido mojar en La Catedral (el empate definitivo a dos sobre la bocina), La Rosaleda (hat-trick y única victoria clara del Barça fuera de casa) y esta noche, en el Calderón. Si se tiene en cuenta la baja forma de Pedro y la ausencia de Villa, el argentino se antoja fundamental para canalizar el juego de ataque culé. De ahí que, cuando no logra mojar, el equipo se resienta. Y, como una regla de tres directamente proporcional, si Leo destaca, las victorias llegan. Sucedió el domingo pasado, cuando se echó al equipo a la espalda y levantó el partido ante el Valencia cuando se había puesto cuesta arriba; y ha sido primordial como Valdés, para que los tres puntos vuelen del Calderón, en lo que supone la primera derrota de Simeone al frente de su equipo.

El partido ha tenido dos caras bien diferenciadas: el primer tiempo de fútbol-control del Barça, con un Atleti timorato, rácano en ataque. Muy ordenado, eso sí, pero sin crear apenas peligro en las inmediaciones del área blaugrana. Por el contrario, el Barça proponía el juego, mascaba cada jugada con la paciencia del que sabe que la tendrá. Y acabó llegando en una fabulosa jugada de Messi, que atrajo para sí a todos los que había en la frontal del área, asistió a Fàbregas y el pase de la muerte del catalán lo remató en línea Alves. Durante esta primera parte el árbitro, Pérez Lasa, ha sido demasiado permisivo con las continuas faltas de los jugadores colchoneros, como Gabi, que se fue de rositas cuando se hinchó a hacer faltitas en el centro que cortaban continuamente el ritmo del juego culé.

En la segunda mitad, el escenario cambió. El Atleti, como el que no tenía ya nada que perder, se echó arriba. Adelantó líneas y presionó con el mismo orden con el que defendía antes la salida del balón del Barça. Apenas se estaban sentando los aficionados que fueran al servicio cuando Falcao, que se deshizo de la marca de Puyol, remató en el segundo palo el saque de un córner desde la derecha. Poco, muy poco tardaba el Barça en tirar lo conseguido en los cuarenta y cinco minutos anteriores.

Incluso se mascaba el gol local en numerosas ocasiones desbaratadas, unas veces por Valdés, otras por la mala actuación del linier, que señaló varios fueras de juego que no eran tales. Cuando peor lo pasaba su equipo, emergió la figura de Messi para inventarse uno de esos goles que sólo se le hacen, dicho sea de paso, al Atleti: falta lateral, Curtois deja la portería para colocar una barrera que nadie ha pedido y Leo pone el balón en la escuadra del otro palo. Un gol de pillo, es verdad, pero también un gol de fe y de crack. El gol del Messías, del D10S del fútbol.

De ahí hasta el final, zafarrancho de combate: a apretar los dientes y rezar. El Atleti de Simeone, todo carácter, atacó con el alma, con la misma con la que Valdés, dedicando a Maradona cada parada, sacó cada balón que amenazaba su marco. Una victoria sufrida, trabajada, de esas que conseguía este equipo hasta no hace mucho. Para muchos, quizás sirva de poco. Para mí, en cambio, son este tipo de victorias, este espíritu de no rendirse, de seguir luchando hasta el final, las que fundamentarán la decisión de Pep Guardiola para volver a dar el "Sí, quiero" más esperado a Rosell y compañía. Hoy, pues, quizás se haya dado un paso más hacia la renovación del de Santpedor. Estoy segura de que pronto lo sabremos.

0-1: Alves: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-dani-alves--atletico-0--bar-a-1-131291

1-1: Falcao: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-falcao--atletico-1--bar-a-1-131292

1-2: Messi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-messi--atletico-1--bar-a-2-131294

martes, 14 de febrero de 2012

Enamorada del Barça

Antes de comenzar mi análisis sobre el partido disputado hace apenas unas horas por el F.C. Barcelona, me gustaría comenzar por una breve referencia a la situación en que queda el equipo de Guardiola en la Liga tras el descalabro de Pamplona. Por cuestiones personales no pude actualizar el domingo, que es cuando suelo hacerlo, y, debido a la cercanía del compromiso de esta noche, hablar sobre lo sucedido en el Reyno de Navarra quedaba obsoleto. Sin embargo, tengo que añadir algún que otro punto de vista: la Liga, que ya estaba complicada, se pone muy complicada, es evidente; el sábado vi probablemente los peores 45 minutos en Liga desde que Guardiola entrena al Barça; y, mientras a nosotros no "nos dejaron" remontar el partido, a otros cuando no les entra la pelotita se lo ponen "a huevo" (penalty y expulsión de un rival). Con todo, lo dicho: la Liga se pone muy cuesta arriba para este equipo, por muchos errores propios. A pesar de todo, sé que no bajarán los brazos.

En medio de un ambiente enrarecido, en el que por primera vez se cuestionan decisiones de alguien intocable (Pep Guardiola), el Barça encaraba su compromiso de octavos de la UEFA Champions League. La mejor competición, la más atractiva, en la que defiende título, pero quizás, como trofeo a eliminatorias que es, la más ingrata. Y lo es porque no premia la regularidad, porque a estas alturas, aunque suene a tópico, ya no hay rival pequeño y porque un mal partido te deja fuera a las primeras de cambio. Además, los precedentes de los culés en octavos no eran muy halagüeños: empató en Lyon y en Stuttgart (1-1), y en Londres, frente al Arsenal, cayeron el pasado año (2-1).

No era, por lo tanto, un día propicio para visitar a un equipo alemán. Venido a menos, es verdad, pero alemán. El Barça, falto de confianza, trató de controlar el partido desde el inicio, no verse sorprendido en contras, y armarse de paciencia ante el catenaccio planteado por el equipo de las aspirinas. Ello se tradujo en un dominio absoluto del esférico, pero falto de profundidad y de ocasiones claras. Por el contrario, la defensa, integrada por Puyol y Mascherano (Piqué ha sido uno de los damnificados de la derrota ante Osasuna y fue uno de los descartados), apenas tuvo sobresaltos. También es verdad que en el centro estaba Busquets, y el bagaje defensivo siempre gana enteros con el de Badía, gracias a su excelente posicionamiento y a la buena salida del balón que siempre ofrece a sus compañeros.

Cuando el partido se veía abocado al 0-0, en una de las pocas veces que el Leverkusen se animaba a salir, Messi se inventó una asistencia para Alexis Sánchez que el chileno aprovechó de "maravilla" para conseguir su primer tanto en la Champions con el Barça. Un gran gol, por la asistencia, el desmarque, la velocidad y la definición del de Tocopilla. Además, fue un tanto de esos que denominan "psicológicos", ya que lo consiguió al borde del descanso.

Tras el descanso, el escenario del partido cambió. El Bayer se estiró y presionó más arriba. En una de esas jugadas que se vienen sucediendo con demasiada frecuencia últimamente en la defensa culé, nadie acertó a despejar, y Kadlec abusó de los centímetros de más que sacaba a Mascherano y Alves para rematar un centro desde la izquierda. 1-1, casi sin esperarlo. Se nos olvidaba que eran alemanes...

Sin embargo, otra vez iba a aparecer Alexis Sánchez. En esta ocasión, el pase de oro fue de Cesc y el chileno optó por sentar a Leno y rematar a puerta vacía. El 1-2 era un excelente resultado para la vuelta... Pero Messi no estaba dispuesto a que esto quedara así. Empecinado en marcar sí o sí, la buscó hasta la saciedad. Se encontró con el palo en una magnífica jugada personal, con caños y driblings a la defensa alemana. Pero su fe tuvo recompensa al final. Sólo él creyó: luchó un balón en el centro, agarrado por varios, vio el desmarque de Alves y aún le dio tiempo a llegar para rematar el centro del brasileño. Una liberación para el argentino, que fuera de casa, en Europa, ha conseguido los siete tantos que lleva en esta edición de la Champions.

Hoy es San Valentín. Un día para enamorarse. Las parejas pasan por malas rachas. La del Barça con el buen juego no iba a ser una excepción. Pero este equipo, a pesar de no estar muy fino, nos sigue enamorando cada día. Por su entrega, por su lucha, por su competitividad. Hoy se ha dado un pasito más hacia cuartos y, lo que es más importante, es probable que se haya quitado un partido del calendario: el de la vuelta. Bueno, mejor no: hay que disputarlo. No podemos olvidarlo: siguen siendo alemanes.

0-1: Alexis: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-alexis--leverkusen-0--barcelona-1-130485

1-1. Kadlec: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-kadlek--leverkusen-1--barcelona-1-130487

1-2: Alexis: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-alexis--leverkusen-1--barcelona-2-130489

1-3: Messi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-messi--leverkusen-1--barcelona-3-130490

jueves, 9 de febrero de 2012

El Barça de las finales

Una máquina de competir. Ése es el Barça de Guardiola. Ha costado. El camino no ha sido fácil desde que se eliminara al L'Hospitalet: primero, Osasuna (nuestro próximo compromiso liguero); luego, el primer clasificado en la Liga BBVA; y, por último, el tercero en discordia, el Valencia. Una dura trayectoria para este equipo, mermado en sus facultades físicas por la escasez de efectivos, pero que siempre saca ese espíritu de lucha y sacrificio cuando ve que se acerca la meta, cuando "huele" a final, a posible título. La cita no sabemos cuándo será ni dónde, pero sí contra quién: contra el Athletic de Bilbao de Marcelo Bielsa. Se reedita la final de 2009, de ese mayo mágico donde comenzó la leyenda del Pep-Team, con dos diferencias: el Barça tiene trece títulos más en sus vitrinas; y los leones han añadido a su fútbol directo el toque, el gusto por el tiqui-taca.

Pero aún queda bastante para esa cita. Antes toca analizar lo sucedido anoche. Se llegaba en ventaja ante el conjunto de Emery: 1-1 en la ida y la vuelta en casa. Pero había que refrendarlo, había que intentar hacer goles, porque un tanto de los chés pondría la eliminatoria cuesta arriba; y, a estas alturas, cuanto menos derroche de energías, mejor.

Le cuesta al Barça entrar en los partidos, tanto desde el inicio como en la segunda mitad. Justo ahí se produjeron las mejores ocasiones para los valencianos, que parecían saberse bien la lección: presión arriba, ayudas en las bandas, rapidez en la circulación del esférico... Sin embargo, los chicos de Pep últimamente, cuando se ven en estas circunstancias, suelen atinar a la primera: cuando más cercano parecía el tanto visitante, Messi se inventó un pase "made in Xavi" y puso el esférico en el lugar exacto para que Albelda pensara que era de su portero y éste que era de Albelda... El resultado: media vaselina de Cesc y tranquilidad tanto en el marcador como en el juego.

Con el tanto, los mejores minutos del Barça no se hicieron esperar. La defensa contraria acusó el golpe y cometió inesperadas pérdidas desperdiciadas una y otra vez por Messi. El argentino, empecinado en marcar, volvió a disponer de numerosas oportunidades que no logró materializar. El juego era fluido y el valiente público que acudió al Camp Nou a pesar del frío se divirtió con el espectáculo de los culés.

A pesar de ello, no iba a ser todo coser y cantar. Jordi Alba, uno de los que suenan para reforzar la defensa blaugrana el próximo año, tuvo la más clara para su equipo, pero se encontró con un Pinto inmenso en el uno contra uno. El guardameta, que tuvo que intervenir poco, lo hizo acertadamente para su equipo, por lo que se ganó a pulso defender la portería por tercera vez en cuatro años en la final copera.

Hasta bien entrada la segunda mitad no se alcanzó el definitivo 2-0, obra de Xavi, quien regresaba al once tras dos partidos de descanso. El de Terrassa culminó una buena jugada colectiva con un disparo inapelable a la escuadra, ante el que nada pudo hacer el mejor jugador de la eliminatoria para el Valencia: Diego Alves.

Las buenas noticias no terminan con la clasificación y la victoria de ayer. Pedro estuvo en el banquillo, Iniesta disputó unos minutos al final y Keita, que se encuentra en la Copa de África, volverá pronto, al caer eliminado ante Costa de Marfil. Poco a poco, se van recuperando efectivos del parte de guerra. El calendario apremia, pues en apenas una semana vuelve la Champions, además de afrontar compromisos de exigencia máxima en Liga, como Pamplona, otra vez el Valencia y el Calderón. Unos puertos de montaña que marcarán la evolución liguera. Eso sí, sigo insistiendo: con tres títulos ya en el zurrón y otra final asegurada, esta temporada YA es un éxito.

1-0: Fàbregas: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-cesc--barcelona-1--valencia-0-130158

2-0: Xavi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-xavi--barcelona-2--valencia-0-130159

domingo, 5 de febrero de 2012

A perro flaco… Cantera

Ya sé que el refrán completo es que a perro flaco todo son pulgas. Pero cada partido que pasa, el equipo titular del Barça es como ese can, flacucho, carcomido por las lesiones, que se agranda ante las dificultades con más pundonor y sufrimiento que calidad. No en vano, de la columna vertebral del conjunto de Guardiola, sólo Valdés, Alves, Puyol y Messi fueron de la partida inicial. El resto, sea por lesiones (Iniesta, Villa, Pedro) o por decisión técnica (Busquets, Piqué y Xavi).

Ante esta situación, el técnico de Santpedor optó por una remedio que ya había anunciado que inyectaría en las venas de su equipo: la savia nueva de La Masía. Ayer, Dos Santos, Thiago, Cuenta y Tello salieron de inicio. Y no desentonaron, especialmente el joven Cristian, que venía pidiendo una oportunidad más amplia que un cuarto de hora o cinco minutos para demostrar hasta dónde puede llegar con su endiablada velocidad, su dribling eléctrico y su sacrificio defensivo en pos del beneficio del equipo. Anoche fue un peligro constante para la zaga realista, que tuvo que recurrir a ayudas dobles o faltas para parar sus avances.

Eso sí, lo que no pudieron evitar los blanquiazules fue que el propio Tello abriera el marcador tras un genial pase de Messi, que vio su desmarque y la puso en el momento preciso para evitar el fuera de juego. Ya en el segundo tiempo, el árbitro anularía otro tanto al canterano, por posición ilegal de Alves. Habría sido una guinda perfecta a su debut como titular en Liga.

El encuentro de ayer nos deja otras lecturas. Por ejemplo, que si te lamentas por la plaga de lesiones, la cosa no puede más que empeorar. Ayer Guardiola desveló molestias de Alexis que impidieron su concurso. Además, de poco sirvió que el técnico culé reservara a Busquets: tuvo que darle entrada, ante los momentos de zozobra de la segunda mitad, pero el de Badía aguantó apenas unos minutos, los que tardó Carlos Martínez en pisar su rodilla con sus tacos, en una pugna por el esférico. A pesar de la cara de susto de sus compañeros (nos hicieron temernos lo peor), el centrocampista sólo tiene el corte y puede incluso que esté disponible para el miércoles.

Otro punto de vista que se deriva del choque de ayer es que este Barça nos hace sufrir. Y lo hace porque no cierra los partidos, no aprovecha las numerosas ocasiones que crea. Cesc, Tello, Messi... todos ellos fallaron balones claros, mano a mano contra Bravo. Debido a ello, lo que podría ser una noche plácida se convierte en una pesadilla, sobre todo si el equipo, además de no matar, baja la intensidad, como sucedió en el segundo tiempo. El gol de la Real, inmediatamente posterior al 2-0 de Messi, que debía haber supuesto la sentencia, mantuvo en tensión a una grada que ayer fue más valiente que nunca, acudiendo al Camp Nou a pesar de las bajas temperaturas.

Se solventó el compromiso, uno menos en nuestro camino, lleno de obstáculos. Para los supersticiosos, ayer saltó hasta un gato negro al campo. ¿Lo dejaría Mou en el parking hace diez días? Lo que está claro es que a este equipo lo ha mirado un tuerto... O dos.

1-0: Tello: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-tello--bar-a-1--real-sociedad-0-129774

2-0: Messi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-messi--bar-a-2--real-sociedad-0-129777

2-1: Vela: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-vela--bar-a-2--real-sociedad-1-129778

jueves, 2 de febrero de 2012

El corazón del Capitán

Cuando las fuerzas nos fallan hay algo que, inexplicablemente, nos mantiene en pie. Algo que mueve montañas, algo que hace que las piernas doblen su velocidad, que, cuando parece que no podemos más, consigue que saquemos fuerzas de flaqueza. Me estoy refiriendo, por supuesto, al corazón. Como dijo aquel, el corazón tiene razones que la razón no entiende. Y son razones muy poderosas, porque muchas veces nos acercan a deseos, anhelos y sueños que vemos lejanos. Nos permite apretar los dientes y sufrir. Pero, si los frutos son buenos, el esfuerzo, al final, merece la pena.

No hay nadie en el Barça de Guardiola con más corazón que el gran capitán, el eterno capitán: Carles Puyol. El único, en la historia del club, que ha levantado seis títulos en un año. El único que pudo convertirse en ser el primero en alzar tres veces la orejona, en el mágico escenario de Wembley, pero que renunció a ese honor por cederle ese momento, reservado para unos pocos privilegiados, a un compañero que había pasado por un mal momento (Eric Abidal). Es tan grande el espíritu de Carles Puyol que, después de que el Barça, su Barça, llevara más de cien saques de esquina sin conseguir un tanto, se le ocurre sacarse dos testarazos en dos territorios tradicionalmente hostiles para su equipo: el Bernabéu y Mestalla. Marca pocos goles nuestro capitán, pero elige muy bien los momentos: el 2-6, las semifinales del Mundial, la ida de Copa en el estadio blanco y en Valencia.

Antes de que el corazón de Puyol rematara a gol el empate, la eliminatoria se había complicado. Llegaban los jugadores culés con muchas dudas, la mayoría de ellas provocada por cierta zozobra de un entorno mal acostumbrado a victoria tras victoria, a título tras título. El enésimo tropiezo lejos de casa el fin de semana no invitaba al optimismo para medirse a un conjunto, el Valencia de Emery, que siempre pone en dificultades con su velocidad y presión al Barça.

Sin embargo, ayer no lo tuvo nada fácil el equipo ché. No consiguió el comienzo en tromba que suele protagonizar, debido a varias razones. En primer lugar, al cambio de sistema: de nuevo al 4-3-3. La consigna, con Alves en el banquillo y Puyol de lateral, era tapar la peligrosa salida al contraataque de la banda izquierda valencianista, donde Mathieu y Jordi Alba son dos puñales que siempre destacan cuando enfrente tienen a los de Guardiola. Por ahí volvería a llegar el tanto local, obra del brasileño Jonas; pero el peligro general disminuyó con respecto a otros encuentros.

Y, en segundo lugar, porque el Barça de ayer se vació en el campo. Presentó un once con rotaciones (Pep tiene que cuidar lo que le queda sano en la plantilla, por lo que Alves y Xavi descansaron: el brasileño un tiempo y el de Terrassa ni salió), pero mucho mejor situado en el campo que el del sábado pasado en Villarreal, sobre todo desde la media en adelante. Busquets fue un bastión infranqueable, Thiago y Cesc crearon juego, Messi se movió por todo el campo, Alexis siguió en su línea, presionando como un jabato y pidiendo la pelota al espacio (aunque no tuvo acierto de cara al gol), y Cuenca cumplió en la banda, tanto el defensa como en ataque. Un planteamiento más lógico y táctico, pero no por ello menos brillante.

En efecto, el Barça siempre tuvo el peso del juego y durante muchos minutos estuvo a punto de llevarse incluso un mejor resultado. Pero la mala suerte lo impidió: Messi volvió a fallar un penalty (no es fácil engañar a Diego Alves, todo sea dicho); y el otro Alves, Dani Alves, estrelló un remate en el poste tras una fantástica pared con el argentino. Poco premio, pues, el 1-1 final para quien más lo intentó, pero buen resultado para afrontar los noventa minutos que pueden acabar con la presencia de este equipo en otra final.

Para terminar, una referencia a la jugada polémica del partido: Pinto tocó la pelota con la mano fuera del área cuando Soldado tenía ganada una carrera a Piqué. El portero gaditano tuvo que ser expulsado y el guion del encuentro habría variado. También es verdad que González González perdonó en varias ocasiones la roja a algunos jugadores del Valencia que ya tenían amarilla y que se emplearon "a fondo" en muchas entradas. Ayer fue de las pocas veces en lo que llevamos de temporada en que un colegiado nos benefició con una decisión. Y eso que estamos en febrero...

El sábado, nos espera la Real Sociedad. Y el miércoles, la vuelta en el Camp Nou. Esto no para. No hay cansancio, no hay dolor. Después de todo, cuando nos fallan las piernas, cuando creemos que no tenemos aliento, ahí está el corazón. Un corazón tan culé como el nuestro: el corazón de nuestro capitán, Carlos Puyol.

1-0: Jonas: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-jonas--valencia-1--barcelona-0-129597

1-1: Puyol: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-puyol--valencia-1--barcelona-1-129598