REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

miércoles, 29 de agosto de 2012

Messi vale por cinco



Puede que deambule por el campo, que llegue tarde a la presión, que desaparezca por momentos de los partidos. Puede que su participación a nivel de creación sea menor porque juega más arriba, puede que no le salga un regate, puede que falle algún gol cantado. Pero entonces, cuando menos lo esperas, aparece para solucionar, él solito, un embrollo y desatascar a su equipo, que no encontraba el norte en Pamplona. Cinco minutos, sólo cinco, le bastan a Leo Messi para dar la vuelta a un marcador que se había puesto muy cuesta arriba y que apuntada a un descalabro similar al del año pasado.

Efectivamente, no descubro nada a nadie si afirmo que el partido del pasado domingo ante Osasuna fue de lo peor que le hemos visto al Barça de Tito. Es cierto que las circunstancias "invitaban" a ello: el encuentro estaba en mal sitio en el calendario, entre dos Clásicos, después de una exhibición ante el eterno rival, pero con un resultado corto que hay que ir a defender al Bernabéu. Siempre es complicado acudir al Reyno de Navarra. Siempre. Sea porque nieva (el año pasado nos quedamos "congelados"); sea porque es un terreno de juego pequeño, con la afición muy encima; sea porque nos encontramos al principio de la temporada; o sea porque hay que ir dosificando a la plantilla, porque esto es sólo el comienzo, se trata de un difícil compromiso en el que puedes perder mucho más de lo que ganas.

Sin embargo, en esta ocasión, el botín ha sido doble: el Barça ha sumado sus tres puntitos y su eterno rival cayó en el campo del Getafe, por lo que la ventaja ante ellos se incrementa en cinco puntos. Obviamente, no hay que lanzar las campanas al vuelo: se llevan disputadas sólo dos jornadas. Pero a nadie se le escapa que ni el más optimista hubiera pensado que el conjunto culé obtendría esta renta tan pronto. Si tenemos en cuenta los escasos tropiezos que se han permitido los equipos que han resultado campeones en los últimos años, incluso me atrevería a afirmar que la situación es idílica. Aunque queda un mundo, todo es más fácil si se gana, si la pelotita entra.

Los goles de Messi sirvieron, pues, para tapar las "vergüenzas" que el Osasuna de Mendilíbar puso al descubierto: sin concentración, sin pressing y sin ganas, el todopoderoso Barça se queda en un equipo vulgar que puede perder ante cualquier rival. También quedó patente que, pese a que hay que dosificar a determinados componentes de la plantilla, Xavi es, hoy por hoy, absolutamente indispensable en el esquema táctico del equipo. Es esa brújula que encuentra el camino, el que asienta el juego, el que lo dirige magistralmente. Su entrada en el segundo tiempo supuso el principio del fin del dominio rojillo. Y no fue casualidad.

Me preocupa ciertamente el bajo nivel en el que los dos fichajes del año pasado  se encuentran: Alexis y Cesc, Cesc y Alexis están en una alarmante baja forma. En el caso del chileno, creo que no juega en su sitio y no se siente cómodo: para mí, el centro es su hábitat natural y no la banda. A pesar de su baja estatura, el Niño Maravilla sabe fajarse en el cuerpo a cuerpo con los centrales y desde ahí abrir hueco a sus compañeros. Por contra, en el caso del catalán, ni siquiera con la libertad de movimientos que tanto echaba de menos el año pasado (así lo afirmó el propio Fàbregas) consigue mejorar sus prestaciones para el equipo. Es verdad, repito, que estamos al comienzo. Pero no es menos cierto que en un club como el Barça, si no espabilas, juega otro. Así de sencillo.

Para terminar, dos asuntos espinosos: Valdés y el arbitraje. Se había discutido la titularidad de Víctor por su fallo ante Di María y la pantera de L'Hospitalet tardó dos minutos en enmendar su cantada del jueves: justo cuando sacó a bocajarro la primera ocasión del Osasuna. No sería la única intervención de mérito: si el Barça se llevó la victoria fue en gran medida por su actuación, que sostuvo al equipo con 1-0, pese a que podría haber habido más distancia en el marcador.

En lo referente al arbitraje, es verdad que el tanto del empate culé comienza con un fuera de juego de Alexis. También lo es que justo antes del gol local se señaló uno inexistente a Leo Messi cuando ya encaraba solo al portero rojillo. Por lo demás, fue demasiado riguroso en algunas acciones y permisivo con otras. Muñiz Fernández, que no dejó satisfecho a ninguno de los dos equipos, se llevará el "honor" de ser el primero en expulsar a Vilanova del banquillo.


viernes, 24 de agosto de 2012

Hegemonía y exquisitez futbolística



Primer Clásico de la temporada y primera victoria del Barça de Tito Vilanova. Con el patrón de la casa, con buen juego y espectáculo, sin renunciar al estilo y a la filosofía implantada desde hace más de dos décadas. Decía Mou en la previa que no ha habido hegemonía culé en estos años porque el F.C. Barcelona no había encadenado dos títulos de UEFA Champions League consecutivos. Un concepto un tanto extraño de hegemonía del técnico portugués. Si un equipo que ha ganado 14/19 títulos en cuatro años no ostenta el dominio del fútbol mundial, no se puede comprender por qué a él, que ha ganado unos cuantos menos, hay que denominarlo "el único".

Como suele suceder en estos casos, la mejor respuesta es la que se da en el campo, en el terreno de juego. Cuando el balón echa a rodar, no hay nada más noble que el pase, el juego de posición, la movilidad, la presión, la entrega, la defensa de aquello en lo que siempre has creído. A base de fútbol, paciencia y buen hacer, los pupilos de Vilanova acorralaron en su campo a su eterno rival, que se las veía y se las deseaba para llegar a las inmediaciones de Valdés. Cuando Ozil o CR cazaban algún balón, tenían que sortear muchos metros de campo y numerosas líneas de presión de los centrocampistas y la defensa culés.
Busquets, siempre bien colocado, sostuvo él solo la medular blaugrana. Xavi dio su enésimo recital como director de orquesta. E Iniesta... destapó el tarro de las esencias con sus regates y su privilegiada visión de juego. Piqué fue el Piqué de siempre, el que nunca debió dejarse ir. El único lunar fue la escasa participación de Leo Messi, al que le costó zafarse de la maraña tejida por Mou a su alrededor: continuas ayudas y anticipaciones y, si ello era insuficiente, faltas. Tampoco Alexis tuvo su día: aislado en la banda, no logró dejar atrás a Coentrao, que vivió tranquilo hasta que Pedro cambió su posición con el chileno en la segunda mitad.

Precisamente el canario conseguiría el empate en una jugada a la espalda de la defensa blanca, aprovechando una genial asistencia de Macherano. Previamente, CR había aprovechado un fallo en la marca de Busquets a la salida de un córner para adelantar a los suyos. Se atrevió a volver a mandar a callar al respetable, pero la respuesta inmediata del Barça le bajó los humos rápidamente. Como también lo hicieron el clamoroso penalty de Ramos sobre Iniesta, que ejecutó Messi para acabar con su sequía ante el eterno rival (se había estancado en trece tantos). Y Xavi, poco después, culminaría una excelente jugada personal de Iniesta para poner tierra de por medio en una noche que se prometía mágica para el barcelonismo.
Sin embargo, en apenas veinte segundos la historia cambió radicalmente: Messi erró una clara ocasión de gol ante Casillas y, acto seguido, se produjo el fallo de Valdés ante Di María. Del 4-1 al 3-2. Es la parte negativa de querer jugar siempre, el peaje que se paga por esa exquisitez futbolística que se exige en La Masía. No es la primera vez y probablemente tampoco será la última. Será señal de que Víctor sigue siendo fiel a sus principios.

Una última cuestión antes de finalizar el análisis: se ha resaltado desde todos los medios que ha sido el Clásico de la concordia. Efectivamente, ha tenido menos tensión que otros. Pero ello no quiere decir que haya sido totalmente limpio. Raúl Albiol tuvo que ser expulsado: se fue de rositas a pesar de repartir de lo lindo. Clos fue demasiado permisivo y, aunque Mou (que no iba a hablar de los árbitros, pero sí de los linieres) resalte el posible fuera de juego de Pedro en el empate (que para mí no es tal), erró en un claro penalty de Arbeloa sobre Alexis Sánchez con 0-0 en el marcador (ver en la imagen). Si el aragonés dejó jugar, no quiero ni pensar lo que será la vuelta con Mateu y, previsiblemente, Pepe en el campo...


El resultado no es un el mejor para encarar la vuelta, pero no hay que olvidar que se llega con ventaja al Bernabéu. Estoy segura de que allí se saldrá a ganar: en el Barça no se especula, no se sabe hacer otra cosa. Hay que tener en cuenta dos claves: que a ellos ya no les vale el empate... y que en su campo probablemente el público no les permita el estilo conservador que han exhibido hasta ahora siempre en el Camp Nou. Si se juega con cabeza, se tendrá mucho ganado.

3-2: Di María (no se encuentra el audio en Tiempo de Juego)

jueves, 23 de agosto de 2012

Imposible sin ti



5-1. El F.C. Barcelona de Tito Vilanova se estrenó en Liga con una manita. Y con toda una exhibición de buen juego, hambre, presión y puntería. Con un Messi estelar, escudado en los flancos del ataque por Pedro (el Pedro de la temporada 2010/2011, el Pedro de siempre) y un sorprendente Cristian Tello, el as bajo la manga del técnico blaugrana para dar descanso a titulares importantes que disputaron minutos con sus selecciones, como Alexis Sánchez. El canterano no desaprovechó su oportunidad y realizó su partido más completo como culé, con continuo desborde por banda y dando dos asistencias de gol.

Aún resonaban en el Estadi los acordes de este primer himno de la temporada oficial cuando Puyol, el gran capitán, se encargó de inaugurar el marcador del año. Una jugada de estrategia de su sociedad con Xavi, la misma que ya ha ofrecido sus frutos en el Bernabéu por dos veces y en el Mundial de Sudáfrica. Córner botado por el de Terrassa y testarazo inapelable de Carles. Se ha pasado todo el verano sacrificándose por volver en forma. Si alguien merecía ser el primer goleador del Barça 2012/2013 era él.

Sin embargo, al igual que el Barça aprovechaba un despiste de la Real, los de Anoeta no dejaron pasar la oportunidad de empatar apenas minutos después. "Empanada" defensiva blaugrana y Chori Castro lograba adelantarse a los centrales para rematar una asistencia de Illarmendi.

Como se suele decir, la alegría dura poco en la casa del pobre. Messi se echó al equipo a la espalda y en poco tiempo consiguió su primer doblete liguero con dos preciosos tantos. El argentino, que este año ha podido descansar adecuadamente durante el periodo estival, ha comenzado la temporada como terminó la anterior: marcando goles. Se le nota fresco y con ganas de llevar a su equipo de nuevo a lo más alto.

Pedro se sumó a la fiesta con el cuarto, pero el quinto y último de la noche tendría un protagonista muy especial: el del Guaje, David Villa, que saltó al campo cuando faltaba aproximadamente media hora para el final. Se trataba de sus primeros minutos en partido oficial desde diciembre. Ocho meses de calvario que deja atrás gracias, como rezaba en su camiseta (¡¡¡Imposible sin vosotras!!!), al apoyo de los suyos, especialmente de su mujer y sus hijas. El asturiano vería la amarilla por quitarse la camiseta en la celebración y enseñar un mensaje para ellas. Seguro que es la amonestación más dulce que ha recibido en su vida. Lo que es evidente es que, a pesar de haber sido muy cuestionado, Villa es fundamental en este equipo. El Barça se resintió de su baja y, sobre todo, notó la ausencia de sus goles. El Guaje ha vuelto para quedarse. Sin él es imposible lograr los objetivos de esta temporada.

Los tres primeros puntos se quedaron en casa. Era importante para el proyecto de Vilanova empezar bien. Y vaya si lo ha conseguido: continuidad en el juego y buen resultado, unido al empate en casa del máximo rival ante el Valencia. El balón ya ha empezado a rodar. La temporada se presenta apasionante. Todo un reto para el equipo y la afición.

sábado, 18 de agosto de 2012

Hasta siempre



Me ha costado sentarme a escribir este post porque nunca me han gustado las despedidas. Todavía hoy, tres meses después, me cuesta hacerme a la idea de que Pep Guardiola no se sentará mañana en nuestro banquillo. He apurado hasta el último día, quizás porque no encontraba las palabras necesarias para decir "hasta luego" (estoy convencida de que es así) a quien nos ha regalado los mejores años de nuestra vida deportiva, la felicidad más intensa jamás vivida sobre un terreno de juego. Alguien que me ha permitido escribir cada semana las páginas más gloriosas de este espacio. Alguien que fue líder y ejemplo como jugador y que se ha convertido en leyenda como entrenador. Pero no podía empezar mañana a analizar la nueva etapa de nuestro Barça sin rendirle homenaje y pleitesía a quien tuvo, tiene y tendrá siempre un hueco privilegiado en nuestros corazones culés.

Pocos imaginábamos que esta historia, que comenzó con una estrepitosa derrota en Los Pajaritos ante el Numancia, acabaría el 25 de mayo de 2012 con la consecución de la Copa del Rey, que supuso el título número 14 para la era Guardiola. Uno a uno, ganados a base de tesón, esfuerzo y 24 horas de dedicación, de estudio, de análisis de rivales y giros tácticos valientes, pero siempre fieles a un concepto futbolístico exquisito y al toque de balón por encima de todo.

Se trató, sin duda, del mejor epílogo posible a la trayectoria de  Pep en el Barça.  Una carrera salpicada de éxitos, de estadísticas de récord, que sería imposible enumerar, pero que quedan resumidas en una sola: el técnico de Santpedor se marcha sin conocer la derrota en el Santiago Bernabéu, donde hasta su llegada nunca se había conseguido ganar dos temporadas consecutivas. Precisamente ahí comenzó a forjarse su leyenda, con ese 2-6 que inauguró el mejor mes de mayo de la historia del club, el de 2009, año del triplete. El "Iniestazo", la final de Mestalla ante el Athletic (uno de los clubes a los que más admira Guardiola y frente al que el destino ha querido que sea su último encuentro como entrenador del Barça), la Liga en Mallorca, la final de Roma. Una borrachera de éxitos y buen juego que dieron la vuelta al mundo y han mantenido al conjunto blaugrana en la primera posición futbolística mundial, referente para niños y mayores, ejemplo de deportividad y buen gusto.

Hombre de palabra, Pep no prometió títulos: sólo se comprometió a trabajar duro. "Abróchense los cinturones, porque lo pasaremos bien" fueron las palabras de su primer discurso en el Gamper de 2008, y vaya si las llevó a cabo. Su marcha deja un poco huérfanos nuestros corazones y la incertidumbre de lo que ocurrirá a partir de ahora. Pero su sucesor no empieza de cero: a pesar de tener su alargada sombra y la presión de sus éxitos sobre sus espaldas, Vilanova cuenta con el apoyo de su amigo y con la base del equipo hecha. Se trata, simplemente, de continuar la idea, de hacer lo que en esta casa siempre ha gustado: jugar bien al fútbol. No habría mejor homenaje posible para Guardiola que continuar su obra, que en sus propias palabras "tendrá larga vida".

Mañana comienza una nueva era. Gracias Pep, hasta siempre. Sé que tu camino y el del Barça volverán a cruzarse algún día. Por el momento, cada vez que escuche "Viva la Vida" o "Humans" se me seguirán poniendo los pelos de punta y me seguiré acordando de esas temporadas mágicas que nos has regalado. Si alguien merecía no marcharse por la puerta de atrás, eras tú. Sentiste que estabas preparado para llevarnos a la gloria, y has sabido ver el momento menos doloroso para partir de casa. Ojalá vuelvas a abrocharte ese cinturón que ahora te aprieta y te has quitado, te llenes pronto, recargues pilas y vuelvas. El mundo del fútbol siempre necesita a genios como tú. Desde aquí, mientras tanto, seguiremos apoyando ese Barça que nos une.