REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz 2012

A tod@s aquell@s que pasan asiduamente por mi blog, aquell@s a quienes conozco y a los que no tengo el placer, les deseo un Próspero y Feliz 2012. Más allá de los sentimientos futbolísticos que imperan en esta bitácora, que se cumplan todos vuestros deseos. Por supuesto, que nuestro Barça gane todos los títulos posibles. Y que el nuevo año sea BLAUGRANA.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Pinto y diez más… De La Masía

9-0. El mayor resultado de la era Guardiola. Quizás un poco cruel con el L'Hospitalet, pero el mejor trato que se le puede dar a un equipo es emplearte a fondo contra ellos... Por si acaso. Se habían producido sorpresones en los días previos (el Atleti cayó contra el Albacete, un 2ª B; el Villarreal, contra el Mirandés; y el Betis, contra el Córdoba), así que Guardiola, siempre con esa parte prudente, no quiso confianzas y desde el inicio pidió concentración y entrega a los suyos.

Para lograr su objetivo de clasificarse, el de Santpedor puso en marcha su lema copero: Pinto y diez más. En este caso, casualmente, diez de La Masía, diez de la casa. Este 2011 se estrenó con todo un homenaje para la fábrica de jugadores culés (tres canteranos nominados para el Balón de Oro: Messi, Iniesta y Xavi) y termina con el mundo entero rendido al modelo del Barça. Puyol, Piqué, Fontás; Busquets, Xavi, Iniesta, Thiago; Pedro, Cesc y Cuenca. Esos fueron los elegidos de inicio. Y los que salieron con el acelerador a tope, sin dar opción alguna a los visitantes.

La grandeza de este Barça de Guardiola es su entrega total en cada envite. Da igual que sea la final de un Mundial de Clubes ante el Santos o la vuelta de una eliminatoria copera ante un equipo de 2ª B. Da lo mismo que se parta con ventaja o que se empiece perdiendo. La disponibilidad, la buena actitud de la plantilla es encomiable. Además, parece que el físico empieza a coger el tono. Es de suponer que la planificación de la temporada estaba diseñada así, para soltar las piernas justo en diciembre-enero, cuando se disputaba el Mundialito, y después en abril-mayo, cuando se decide todo. Hasta ahora, Guardiola siempre ha acertado escogiendo los momentos. Chaupeau, una vez más, para el técnico.

Con los nueve tantos, el Barça de Pep se convierte en el equipo más goleador del 2011, con 170 goles. Una absoluta barbaridad. Sobre todo, si se tiene en consideración que se consiguen encajando muy pocos. El equipo azulgrana, en su versión 3.0 es muy versátil, pero sigue manteniendo sus mejores prestaciones, lo mejor del bloque, sea con defensa de tres o de cuatro, con cinco centrocampistas, con siete, con o sin falso nueve. Esta capacidad camaleónica es la que tiene desconcertados a todos sus rivales.

El partido ante el L'Hospitalet dejó dos noticias: una mala y otra buena. La primera: Iniesta se retiró lesionado. Enésima rotura de bíceps femoral entre los jugadores culés. Al menos, sólo serán quince días; mal menor, sin duda. La positiva: otro debut de un canterano: Cristian Tello. Nada más salir, logró anotar su gol. Se fue cada vez que quiso en su banda y tuvo tiempo de conseguir un doblete. Ello, unido a la buena actuación de Cuenca, que se queda en el equipo hasta el final de temporada, viene a confirmar que hay mimbres donde escoger para cubrir la baja de Villa. Los chavales sólo necesitan confianza para crecer.

Se acaba, pues, futbolísticamente hablando, el 2011. Un año que vuelve a ser mágico para el F.C. Barcelona de Guardiola. Cinco títulos posibles. Sólo se nos escapó la Copa del Rey. Y por bastante poco. Otro año inolvidable, sólo superado por el Barça del sextete. Eso sí, nada de conformarse o relajarse. Nuestros jugadores prometen seguir dando guerra, prometen luchar por todo otra vez. Cuando uno prueba las mieles del éxito quiere repetir. Se avecina un mes de enero de infarto, con dos posibles Clásicos a la vista, el reto de reducir la ventaja blanca al frente de la clasificación... En fin, que si 2011 fue apasionante, 2012 también promete emociones fuertes. Aquí estaremos para contártelo, culé, para animarte en los malos momentos y darte alas en los buenos. Siempre con el equipo, siempre con el Barça. Estos jugadores y este entrenador se lo merecen todo.

Feliz Navidad. Bon Nadal. Merry Christmas.

domingo, 18 de diciembre de 2011

D10S Y ETERNIDAD

Ya tenemos otro Barça de las Cinco Copas. Aquel equipo legendario de los años cincuenta integrado por Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón, hoy ha sido igualado por Puyol, Alves, Xavi, Iniesta y Messi. Pero no es de justicia destacar sólo a cinco jugadores: la fuerza de este Barça de Guardiola reside en el grupo. En esos 21 jugadores (más los canteranos) que consiguen todo aquello que se proponen, que superan sus retos día a día, que maravillan al mundo entero con su fútbol.

En los mejores escenarios, en las finales que más aficionados congregan en los estadios y delante del televisor, ante los ojos del mundo entero, hoy el F.C. Barcelona ha acabado con una maldición que arrastraba desde 1992. Sí, ya sé que en las vitrinas del Museu hay una Copa Mundial de Clubes, pero fue conquistada en Abu Dhabi y ante un rival argentino. Las otras dos ocasiones en las que el Barça disputó este torneo, ambas en Japón, se llevaron el gato al agua dos conjuntos brasileños: el Sao Paulo de Raí y el Internacional de Porto Alegre de un jovencísimo Alexandre Pato. En los dos casos, el equipo azulgrana partía como favorito; pero tanto el Dream Team de Cruyff como el todopoderoso Barça de Frank Rijkaard, Ronaldinho, Deco, Eto'o y compañía, no supieron hacer valer esa supuesta superioridad.

Hoy Brasil, ese país donde el fútbol es una religión, donde se aprende a jugar antes que a hablar, se rinde ante la exhibición de toque y el torrente de creación de esos locos bajitos, que volvieron locos a los peixes. Guardiola dio una vuelta de tuerca al sistema: nueve canteranos de inicio (Valdés, Piqué, Puyol, Xavi, Iniesta, Cesc, Thiago, Busquets y Messi), defensa de tres (Alves ocupó el extremo) y, ante la falta de efectivos en la delantera (Afellay y Villa, tristemente, en Barcelona; Alexis y Pedro, con molestias), centro del campo al poder. El resultado fue una orquesta afinada, de melodía dulce y armoniosa. Una coreografía de baile perfecto, donde cada jugador se movía continuamente y abría espacios en la poblada defensa de cinco planteada por Ramalho.

Si algo sorprendía a propios y extraños era la posición táctica del Barça. Parecía que estaba jugando con veinte futbolistas. Cuando un brasileño robaba algún balón, apenas podía dar tres pases seguidos: ya era encimado por uno o dos culés. Anticipación, pase y movimiento. El vendaval azulgrana no estaba dispuesto a que se repitieran sinsabores de años anteriores: los chicos de Pep habían ido a llevarse la final. Por Villa, por Vilanova, por Afellay.

El mayor peligro de tener tanto todocampista, tanto fútbol total, era que quizás se podía pecar de falta de instinto asesino. Nada más lejos de la realidad: los bajitos llegaban por oleadas al área de Cabral, con tanto juego de posición que los centrales del Santos no sabía si el que entraba por banda era Alves o Messi, o si el que remataba era Cesc o Thiago. Además, cada jugador se convertía en un funambulista que escondía la bola con la maestría de un trilero.

Como en Wembley o en Mónaco, Messi destapó el tarro de las esencias. Escudado por la magia de Xavi (control de espuela y pase al hueco), el argentino, fiel a su papel protagonista en las grandes citas, batió al joven meta peixe con un toque sutil de vaselina. El gol espoleó a los azulgrana, que siete minutos después volvieron a perforar la meta contraria: esta vez fue Xavi quien aprovechó una asistencia de Alves desde la derecha para fusilar otra vez a Rafael Cabral. Como el Manchester o el Oporto, el campeón brasileño parecía un juguete roto, un grupo de amateurs incapaces de parar semejante obra de arte, semejante oda al fútbol.

Fàbregas se apuntó a la fiesta con el tercero. El de Arenys, que parece que no juega, en realidad es como un león hambriento: estudia a su presa, la vigila y espera el momento oportuno para dar el zarpazo definitivo, cuando menos se lo espera. Tiene Cesc la habilidad de estar en el sitio exacto, en el momento oportuno. Sus registros goleadores dicen que nunca había marcado tanto a estas alturas de temporada. Ni siquiera jugando con la libertad con la que lo hacía en el Arsenal. También se ha abonado a las grandes citas: resultó providencial en en tercer gol de la Supercopa española, sentenció la Supercopa europea, cerró el 1-3 del Bernabéu y dejó su sello en la final de la Copa Mundial de Clubes. Para esto vino al Barça. Por esto es culé desde pequeño.

La segunda mitad fue un querer y no poder por parte del Santos. Neymar y Ganso sacaron el orgullo y dispusieron de varias ocasiones. Pero ahí volvió a emerger otra figura que siempre luce en las finales: Víctor Valdés. Espectador de lujo del partido hasta entonces, la pantera de L'Hospitalet mostró sus virtudes en el uno contra uno y desbarató las pocas opciones de que dispusieron Borges y el gallo. La joven estrella brasileña poco pudo hacer en el partido: apenas le llegaban balones y, cuando bajaba a recibir, siempre tenía encima a los dos colosos de la defensa culé: Puyol y Piqué.

Si alguien pensaba que todo había acabado con el 0-3, se equivocaba. Messi, D10S encarnado en un futbolista de época, decidió que iba a cerrar la final a lo grande: tiró un desmarque fenomenalmente visto por Alves (tres asistencias del mejor lateral del mundo), se deshizo del portero con un ligero toque y anotó el cuarto y definitivo gol del Barça. El argentino igualó el récord de su compañero Pedro de marcar en las seis competiciones disputadas y se llevó el Balón de Oro del tornero y el MVP de la final. No hay calificativos ni comparativas posibles con el rosarino: ni Neymar, ni CR, ni nadie. Es, simplemente, Leo Messi.

"Si perdéis, seguiréis siendo el mejor equipo del mundo. Si ganáis, seréis ETERNOS". Esta frase, pronunciada hace dos años por Pep Guardiola antes de la final del Mundialito frente a Estudiantes de la Plata, vuelve a adquirir toda su frescura y viveza. Tres años después de hacerse cargo del equipo, el de Santpedor consigue su decimotercer título de dieciséis disputados. Este Barça, su Barça, aglutina las mejores virtudes del Brasil del 70, de la Naranja Mecánica y el Dream Team de Cruyff. Un equipo de leyenda, histórico e irrepetible que se ha ganado a pulso su propio sitio en la eternidad.

1-0: Messi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-messi--santos-0--bar-a-1-126861

2-0: Xavi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-xavi--santos-0--bar-a-2-126862

3-0: Fàbregas: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-cesc--santos-0--bar-a-3-126863

4-0: Messi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-messi--santos-0--barcelona-4-126866

viernes, 16 de diciembre de 2011

Levantarse y salir adelante

El F.C. Barcelona se ha clasificado para la final de la Copa Mundial de Clubes 2011. Esa debería de ser la noticia hoy. Lamentablemente, no es así. No por el encuentro, que apenas ha presentado problemas para los de Pep Guardiola. Me estoy refiriendo, obviamente, a la lesión de David Villa. El Guaje se ha roto la tibia. Estará entre cuatro y cinco meses de baja. Toda una fatalidad. Una más para este equipo, que ya ha visto cómo han ido cayendo otros puntales del vestuario con dolencias de diversa índole y gravedad.

Abidal, con un tumor en el hígado. Afellay, con la rodilla hecha polvo. Tito Vilanova, que está siguiendo las evoluciones del equipo desde casa, por lo reciente que aún está su operación en la glándula parótida. Y ahora el Guaje. Un jugador fundamental en el vestuario, con un rol muy específico, siempre sacrificado en pos del bien del equipo. Un futbolista que no lo ha tenido nunca fácil y que se encontraba en una situación comprometida... según la Central Lechera. La misma que ayer lo colocaba en el mercado de invierno (desmentido categóricamente por el propio Guardiola), hoy lo vende como una baja fundamental para la selección española, que afrontará la próxima Eurocopa en el mes de junio. La misma que lo fustigaba por su suplencia en el Bernabéu (llegaban a cuestionar incluso su convocatoria por parte de Del Bosque), ahora se rasga las vestiduras y no ha tardado en señalar al cuerpo médico del Barça por no tratar los problemas previos que venía padeciendo el asturiano en la tibia.

Desgraciadamente, el tiempo ha dado la razón al propio Guardiola, quien ya anunció el pasado mes que Villa arrastraba "una cosita" en la tibia. De ahí que lo dosificara, que siempre lo cambiara, que le diera descanso. Pero los listos de turno, siempre ávidos de carnaza, lo veían como un castigo. Ya andaban incluso buscándole sustituto (un supuesto trueque con Torres, no entiendo de dónde pueden salir tantas mentiras juntas, pero la imaginación de algunos es alucinante).

El caso es que el Barça pierde al Guaje... Y, viendo el desarrollo de los acontecimientos, casi tiene que dar las gracias. Su sustituto, Alexis, pidió el cambio antes de finalizar el encuentro por unas molestias musculares en el adductor; y Puyol y Mascherano acabaron tocados por sendas entradas de un mismo jugador qatarí. El parte de guerra es, pues, extenso.

Sin embargo, los grandes equipos se sobreponen a todos los contratiempos. En el mismo instante en que los compañeros del Guaje se enteraron, en el descanso, de su grave lesión, lloraron de impotencia. Saltaron en la segunda mitad dispuestos a dejarse la piel en el campo para dedicarle el triunfo. Lo mismo intentarán hacer el domingo, no me cabe la menor duda: si levantan el trofeo, será para llevárselo a Barcelona a David.

No quiero terminar siendo pesimista. El propio delantero asturiano ha sacado fuerzas en este duro momento para animar a todos sus seguidores a través de las redes sociales. Ha prometido que estará en la final... de Munich. Él sabe de lo que habla: con cuatro años se fracturó el fémur y casi tiene que dejar lo que más le gustaba hacer, jugar al fútbol. Como siempre dice su entrenador cuando el Barça tropieza, "nos levantaremos y seguiremos adelante". Estoy convencida de que el Guaje también lo conseguirá. Es hijo de un minero. No ha hecho otra cosa en su vida.

1-0: Adriano: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-adriano--al-sadd-0--barcelona-1-126720

2-0: Adriano: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-adriano--al-sadd-0--barcelona-2-126723

3-0: Keita: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-keita--al-sadd-0--barcelona-3-126727

4-0: Maxwell: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-maxwell--al-sadd-0--barcelona-4-126729

domingo, 11 de diciembre de 2011

Ganar tranquilamente

Lo dijo David Villa y la gente se lo tomó como una provocación. Sacadas de contexto, las palabras del Guaje pueden sonar a soberbia, a exceso de confianza. Nada más lejos de la realidad: lo que el asturiano quiso decir (y dijo) es que su equipo era capaz de ganar en cualquier campo. Y hoy el fútbol le ha dado la razón: sus compañeros han ganado tranquilamente el partido. A él le dedico el titular definitivo de este artículo. La suplencia habrá sido un duro golpe para el Guaje. Pero el fútbol le ha dado la razón a Guardiola. Una vez más...

Como en las grandes citas, como en las grandes noches (sobre todo para los intereses del Barça), se agolpan en mi mente las imágenes, las sensaciones, los momentos vividos, las cuentas pendientes... Hay mucho que repasar y este caos que me embriaga hasta el éxtasis hace peligrar mi cordura. La hora tampoco ayuda mucho. Pero no puede pasar ni un minuto más para tratar de plasmarlo todo aquí. Mañana es tarde: la noche es la gran aliada de las musas.

Hoy se mezclan la alegría, el orgullo, la satisfacción, el tremendo sentimiento que despierta el Barça de Guardiola. Un equipo concebido para los grandes retos. 15 victorias consecutivas llevaba el conjunto de Mou, ¡15! A seis puntos estaba hace un par de semanas. Sólo los chicos de Pep son capaces de coger el toro por los cuernos y partir rumbo a su próximo objetivo, el Mundial de Clubes, líder. Sí: aunque cueste creerlo, lo han vuelto a hacer. Llevan un partido más, es verdad, pero el panorama es mucho menos negro que cuando se perdió en Getafe: ahora la presión coge el puente aéreo. Sevilla no es plaza fácil para jugarte el liderato. Y más si ha vuelto a quedar patente la apabullante superioridad de tu máximo rival ante ti mismo, en tu propia casa.

Y eso que la cosa no empezó nada bien: Valdés estuvo inusualmente nervioso con los pies y regaló un balón que, tras una serie de rechaces, Benzema convirtió en el 1-0. Eran 9 puntos. Pero los grandes púgiles no se van al suelo al primer puñetazo. Se quedan de pie, se defienden y esperan su oportunidad. Avisan (Messi la tuvo y la desvió Iker), se rehacen y contraatacan. Salir con tres defensas era una temeridad... si el centro del campo culé no hubiera tenido, por momentos, la superioridad de seis hombres sobre tres. El doble. El doble de fútbol, el doble de presión, el doble de ataque, el doble de orden, el doble de todo. Busquets barriendo balones, Alves e Iniesta de interiores, Xavi y Cesc organizando el cotarro, Messi bajando a recibir y Alexis con libertad para abrir espacios.

Decía en la previa Pep Guardiola que en el Bernabéu no puedes esperar a que suene la campana: tienes que ir a tocarla. Eso debió pensar Messi: como arriba no le llegaban balones claros, bajó a recibir y le sirvió en bandeja el tanto del empate del Alexis Sánchez. El chileno, que debutó en partido oficial en el Bernabéu en la Supercopa, fue la gran apuesta de Pep en el once inicial. Y no defraudó: ofreció su mejor cara, a veces batalladora (temí que su carácter le jugara una mala pasada, porque con amarilla lo protestaba todo), a veces genial (mostró continuos desmarques, oxigenó, ayudó en la presión y fue providencial en la definición de la única oportunidad que tuvo, que convirtió en el empate).

Al descanso se llegó con tablas en el marcador, pero a los puntos los azulgrana eran totalmente merecedores de algo más. De su rival, ni rastro. Las mejores ocasiones las habían creado los propios defensas culés, empecinados en sacar el balón jugado desde atrás. Fieles a su estilo, aunque más imprecisos de lo habitual. Pero ahí estaban dos colosos: Puyol y Abidal, Abidal y Puyol. Los más veteranos de la zaga, curtidos en mil batallas, perros viejos imposibles de superar. Todo entrega el capitán, brillante el lateral.

En el segundo tiempo el escenario cambió. Guardiola, maestro de maestros, centró la posición de Iniesta y ahí sí que la superioridad se hizo más abrumadora. La conexión entre los pequeños de La Masía comenzó a carburar y las ocasiones se sucedieron para el marco de Casillas. El meta, que se ha convertido en el portero más goleado en Clásicos, no pudo hacer nada para evitar el 1-2, pues el disparo de Xavi lo desvió involuntariamente Marcelo y la pelota entró llorando.

Lo más importante del 1-2 no era que daba ventaja al Barça: lo mejor fue la sensación de impotencia que comenzó a flotar en el ambiente. Nuestros rivales empequeñecieron ante la enésima exhibición de fútbol del Barça de Guardiola. Toques, desmarques, jugadas individuales... El carrusel de buen juego atenazaba las piernas merengues y el run-rún en el respetable cada vez que los suyos perdían algún balón denotaba nerviosismo. A CR ni se le vio (quizás estaba aún delante de su armario eligiendo la ropa); Xabi Alonso apenas pudo tocar dos balones con sentido; Özil se fue con la lengua fuera; Lass no daba abasto a achicar balones; Ramos (el nuevo Beckembauer, oigan) quedó retratado en numerosas jugadas... Todos, en definitiva, volvieron a claudicar ante su gran bestia negra: el Barça de Guardiola.

Ni siquiera Mourinho supo cambiar el rumbo de su equipo: hizo tres cambios, pero hombre por hombre, incapaz de frenar el vendaval de juego culé. Pep le ganó claramente la batalla. Y el tercero, de Fàbregas, les hizo bajar los brazos definitivamente. Con 1-3 volvió a aparecer el lado marrullero de los blancos: Ramos, Pepe, Coentrao, Lass... pudieron ser expulsados por sus entradas criminales. Pero Fernández Borbalán, que trató de pasar desapercibido, no quiso dar ninguna excusa a Mou y su equipo acabó, esta vez, con once. El resultado quizás no, porque el Barça no quiso hacer más daño (le esperaban doce horas hasta Japón, casi ná), pero las sensaciones fueron muy similares a las del 5-0 de la temporada pasada. Y eso que durante toda esta semana los cavernícolas habían hablado de devolver no se qué manita...

Podría ser mucho más cruel. Me marcó la pancarta que los Ultras Sur sacaron el día del Atlético de Madrid: "Se busca rival decente para derbi. Razón: aquí". Se mofaron de su vecino, que acabó con 9 ese partido y vio cómo se le señalaban dos penalties en contra. Se olvidaron de que, igual que ellos son el azote de los colchoneros, el Barça de Pep Guardiola es su bestia negra. Como dije el año pasado, a cada cerdo le llega su San Martín.

Por lo demás, este equipo es tan grande que su misión no termina aquí: nuestros jugadores tienen otra cita con la historia en Japón. Llegan al lejano país asiático con la enésima machada a sus espaldas. No sé si volverán con la copa, pero te puedo asegurar algo, culé: se dejarán la piel en el campo por traérnosla. Que no te quepa la menor duda.

1-0: Benzema: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-benzema--real-madrid-1--barcelona-0-126325

1-1: Alexis: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-alexis--real-madrid-1--barcelona-1-126327

1-2: Xavi: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-xavi--real-madrid-1--barcelona-2-126329

1-3: Fàbregas: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-cesc--real-madrid-1--barcelona-3-126330

martes, 6 de diciembre de 2011

El alma del Barça

Escribo este post absolutamente enamorada del Barça. Más orgullosa que nunca de amar este club, cuya seña de identidad, su apuesta por el buen juego y el espectáculo, lleva deslumbrando a Europa y al mundo futbolístico entero. En la noche de hoy, además, los chavales del Barça B que han tenido la suerte de disputar el encuentro completo o unos minutos han dignificado el gran trabajo que se hace desde la base en la entidad. Hay modelo asegurado para rato. Que no te vendan otra cosa, culé. A pesar de estar a seis puntos del liderato, a pesar de que siempre no se puede ganar todo, tenemos que quitarnos el sombrero no sólo por lo que está consiguiendo este club, sino por la forma en que lo hace.

Es muy fácil cubrir todos los puestos a base de talonario. Por supuesto que hay veces que hay que reforzarse con aportaciones de fuera que quizás estén más consagradas. Pero muchos entrenadores en el mundo no pueden presumir de la tranquilidad que da mirar hacia abajo y ver que cualquiera de los chavales que han jugado hoy puede responder en caso de ser necesario. Cuando Guardiola afirma que con lo que tiene está contento y, si hace falta, está el B, no va de farol. Conoce más que nadie la materia prima de este equipo, ha tenido a muchos de estos chicos a sus órdenes y sabe hasta dónde pueden llegar.

Siempre lo he defendido: la cantera es el alma de este equipo. Jugadores como Xavi, Messi, Iniesta, Pedro, Valdés, Puyol... son los que tiran del carro en los momentos difíciles. Un jugador no formado en las categorías inferiores puede sentir los colores, por supuesto, pero jamás como aquellos que, como Riverola, llevan en el club desde los seis años; ni como aquellos que, como Messi o Iniesta, abandonan su hogar siendo niños y se hacen hombres persiguiendo un sueño.

Luego, claro está, hay que tener el arrojo de ponerlos a jugar. Y que lo hagan con el desparpajo con el que hoy se han despachado al Bate Borisov. Con un 70-30 de posesión, acorralando a los bielorrusos, sin dejarles llegar a las inmediaciones de Pinto. Han luchado por agradar, no han levantado el pie del acelerador, han buscado el segundo, y el tercero, y el cuarto... Y han hecho disfrutar de lo lindo al público que hoy ha asistido al Camp Nou.

Es difícil destacar a cualquiera de ellos. Quizás el mejor de hoy ha sido Cuenca. Ha participado en casi todos los goles y ha forzado el penalty que supuso el cuarto. Tal vez rodeado de sus compañeros del filial se ha sentido algo más líder que cuando ve a su lado a Messi, Iniesta, Cesc y compañía. Pero, para mí, el ejemplo que deben seguir todos ellos es el de Pedro Rodríguez Ledesma. Cómo ha corrido el canario, qué golazo de tacón, de crack, se ha marcado, qué partido más completo ha realizado. A pesar de que muchos medios habían vendido la convocatoria de jugadores como Piqué, Maxwell o Pedro como un castigo porque el resto de la primera plantilla ya estaba preparando el próximo partido, el de Abades se ha puesto, como siempre, el mono de trabajo y ha demostrado por qué sigue siendo imprescindible en este equipo, por qué el que le quiera arrebatar el puesto en el once titular va a tener que sudar sangre.

Ahora sí: próxima parada, el Bernabéu. No sé lo que ocurrirá el sábado, pero siento que el Barça está preparado para la batalla. Pase lo que pase, que no te vendan, culé, que este equipo está acabado. Nada más lejos de la realidad: la entidad está más viva que nunca. Noches como la vivida hoy lo demuestran. No lo dudes ni por un instante.

1-0: Sergi Roberto: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-sergi-roberto--barcelona-1--bate-borisov-0-126112

2-0: Montoya: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-montoya--barcelona-2--bate-borisov-0-126114

3-0: Pedro: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-pedro--barcelona-3--bate-borisov-0-126115

4-0: Pedro (p): http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-pedro--p---barcelona-4--bate-borisov-0-126117