REPÓKER DE CAMPEÓN

REPÓKER DE CAMPEÓN
CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

jueves, 30 de mayo de 2013

El valor de tener valores


Hoy se nos va del Barça un grande, una parte del mejor Barça de la historia. Nos ha dicho "hasta luego" un luchador, un jabato, un ejemplo para todos, como persona y como deportista. Hoy, 30 de mayo de 2013, Eric Abidal ha confirmado lo que era un "secreto a voces": el club decide no renovar su contrato, que expira justo dentro de un mes. Según él mismo, Abi se sentía con fuerzas para seguir: ha peleado para volver a disputar minutos y no se piensa retirar ahora. El club, en cambio, piensa de de otra manera. El francés, caballero, no quiere echar más leña al fuego: se reconoce desencantado, porque se ha cansado de esperar una propuesta deportiva y le ha llegado una administrativa. Demasiada limosna para un hombre de acción como él, acostumbrado a las emociones fuertes.
Evidentemente, la posición del F.C. Barcelona es, hasta cierto punto, entendible: el jugador tiene 33 años y todos sabemos por lo que ha pasado. Sin embargo, las formas no han sido las adecuadas. En primer lugar, por el cambio radical de postura: del "Abidal renovará cuando juegue un partido, el contrato está redactado" de Bartomeu en diciembre a la negativa actual, el giro es, cuando menos, de 180º. ¿Por qué? Pues simple y llanamente, me da la impresión de que en el club nadie pensaba que el bueno de Abi volvería a vestirse de corto: subestimaron la fortaleza del francés, su empecinamiento en volver a jugar. Y cuando recibió el alta médica y deportiva, evidentemente, se convirtieron en esclavos de sus palabras...
En segundo lugar, la segunda torpeza, falta de tacto o sensibilidad con el jugador se produce cuando éste, que ha escuchado como todo el mundo aquellas declaraciones de Bartomeu, espera día tras otro esa llamada para firmar... Y no se produce. Si no vas a contar con él, díselo a la cara y cuanto antes. Sé honesto con él. Es lo mínimo que se merece. No esperes hasta diez días antes de que acabe el campeonato. Dice Zubizarreta que la decisión de no renovarlo es "de las que pesan al ir a dormir". Evidentemente: más de uno en la directiva debería tener pesadillas con el papel desempeñado. No puede ser que se tengan 70 millones para fichar a una joven promesa brasileña y se escatimen unos cuantos para premiar el sacrificio de un ser humano, símbolo de un club con un presupuesto de más de 500 millones de euros y que presume del valor de tener valores...
Finalmente, el caso de Eric Abidal se suma a la no renovación de Pep el año pasado, de Valdés este año, el caso Puyol (mañana hablará tras un largo silencio, suponemos que sobre lo sucedido con su operación secreta), el misterioso caso de canteranos con los que no se cuenta (Muniesa) o que se renuevan para cederlos (Rafinha, Deulofeu). Mucho está cambiando este Barça. Y, obviamente, no es para bien. Queda poco del legado de los predecesores, aquellos que con tanto esfuerzo construyeron el mejor Barça de la historia, el de UNICEF y el Més que un club. Hoy por hoy, un club más...

lunes, 13 de mayo de 2013

Remontada de CAMPEÓN



Con cuatro jornadas de antelación, con un dominio aplastante desde agosto hasta mayo, ningún líder lo había sido tanto, de cabo a rabo. Con 91 puntos, 9 por disputar (se alcanzaría el récord de 100, aunque si no se llega a conseguirlo, el título vale lo mismo), el F.C Barcelona es el merecidísimo campeón de la Liga BBVA 2012/2013. Un campeón sólido, sin fisuras, que realizó una primera vuelta casi perfecta, poniendo sin duda los cimientos de la victoria final. A pesar de que el camino ha sido largo y ha estado repleto de espinas, la plantilla supo apretar los dientes en los momentos duros y sacar la situación adelante con la solvencia del que sabe que es el mejor.

El empate del segundo clasificado en Cornellà-El Prat en la noche del sábado dejó sin valor el partidazo de ayer por la tarde. Todo un Atleti-Barça que, con alguno de los dos jugándose algo (o los dos), siempre ha sido un gran espectáculo para el aficionado y que se presentó descafeinado porque no había nada en juego. Los colchoneros cumplieron con el manual del deportista e hicieron el pasillo a los ya campeones, y en el mismo ambiente fraternal (tener un enemigo común suele unir bastante) discurrieron los noventa minutos. Tanto es así que hasta la segunda mitad no hubo goles: Falcao llevó la alegría y la euforia a los locales; y Alexis y Gabi en propia puerta, previo disparo de Villa, sellaron la enésima remontada culé. Antes, Messi había abandonado el campo con los tres cambios agotados, al resentirse de sus problemas físicos en el bíceps femoral, por lo que el Barça remontó con diez. La temporada parece que se acabó para el crack argentino, que no podrá superar su medio centenar de goles del año pasado.

Por encima de esos 91 puntos (o los que se puedan sumar de aquí al final), por encima del título, por encima de todo, hay dos ganadores este año: Tito Vilanova y Eric Abidal. Dos ejemplos de superación, dos cracks, dos campeones de la vida, a quienes todos sus compañeros han dedicado la victoria final. El club demostró carácter y paciencia en ambos casos: a pesar de que la ausencia del entrenador provocó una zozobra en enero-febrero, Rossell se mantuvo firme en afirmar que, a pesar de que se perdiera todo lo que había en juego, el técnico continuaría al frente del equipo y se le esperaría lo que hiciera falta. Al final se ganó el mejor título: la recuperación de ambos.

A partir de ahora, a disfrutar del campeonato, y a planificar la próxima temporada, que se presenta movidita en el vestuario. Zubizarreta debe resolver varios casos complicados: Valdés y su posible salida ya este verano; Abidal y su renovación (o no); el "caso" Puyol (no se sabe nada del capitán desde que se operó); o el análisis del rendimiento de jugadores que, en mi opinión, no han dado todo el rendimiento que se esperaba de ellos, como Pedro, Villa o Cesc. Varias patatas calientes que determinarán las altas y las bajas y condicionarán los posibles fichajes.

La prensa catalana ya lleva varias semanas lanzando nombres futuribles: el sempiterno Neymar, Hummels, Isco, Reus, Gundogan... ¿Revolución? Yo pediría, más bien, evolución. Desde mi punto de vista, hay dos formas de reactivar un equipo: haciendo cambios drásticos (seis o siete jugadores por otros seis o siete); o complementando lo que ya tienes con jugadores de calidad que aprieten las tuercas a los titulares, que haga que no se acomoden. Yo apostaría por esto último y, sobre todo, por una plantilla más amplia que la de las últimas temporadas, ya que la base de este Barça lleva encima más de 80 partidos por año desde 2008 y es necesario dosificarla más, para que no lleguen tan justos al final de año como sucedió en esta campaña.

lunes, 6 de mayo de 2013

Messi evita el canguelo




Han sido unos días difíciles, convulsos para el barcelonista. Acostumbrados a las mieles del éxito, a muchos nos ha costado asimilar que este equipo de leyenda haya mordido el polvo ante el Bayern de Munich... Y de qué manera. Un aplastante parcial de 7-0, un jarrazo de agua fría que no dio opción a remontada alguna, que nos deja fuera de Wembley, de nuestro Wembley. Al menos nos queda el consuelo de que nuestro templo no será profanado por el máximo rival, que también sucumbió ante otros alemanes, menos efectivos, menos arrolladores, pero en la final también.

Por ello era tan importante recuperar sensaciones cuanto antes, tratar de acabar con las voces que hablan de revolución, de cambios drásticos, de derribar un estilo que nos ha llevado a la excelencia y que, bien aplicado, nos seguirá conduciendo a la admiración del mundo futbolístico. Únicamente se trata de tocar las teclas concretas, dos o tres, para volver a ser competitivos. En mi opinión, modesta, como la tuya, que me lees con más o menos frecuencia, hacen falta retoques, pero quienes llevan semejantes números en los últimos años no se olvidan de jugar de la noche a la mañana.

Tiempo habrá de analizar el futuro. Detengámonos en el presente y en el pasado inmediato, el de ayer. Muy pronto se volvió a poner la cosa cuesta arriba: minuto 1, falta de entendimiento defensivo y gol de Pabón. Viejos fantasmas, también con el Betis como protagonista (en la Liga 2006/2007, un tanto de Sobis nos quitó el liderato y, a la postre, el título) revivían en el "soci". Y eso que Alexis empató pronto (minuto 9), y que un desafortunado David Villa falló hasta tres clamorosas ocasiones que podrían haber supuesto ventaja amplia en el marcador. El público, impaciente y nervioso, se lo recriminó con pitos. La desesperación cundió cuando, antes del descanso, Rubén Pérez se sacó un zambombazo desde fuera del área a la escuadra de Pinto, que nada pudo hacer por detenerlo.

Fueron quince largos minutos. Un cuarto de hora de cábalas, de ponerse en lo peor. Y lo peor era dejar escapar esos 11 puntos: con la derrota, el Barça se situaba a 8 puntos, que este miércoles podrían haber sido 5, ya que el segundo adelanta su partido por la final de Copa; y, encima, los inmediatos perseguidores juegan el sábado, antes que el Barça, por lo que el conjunto de Vilanova podría haber saltado al Vicente Calderón con sólo dos puntos de ventaja sobre el segundo.

Afortunadamente, hay alguien en este equipo que se encarga de tachar el condicional como tiempo verbal: para Messi no existen hipótesis, sino hechos. Fue suficiente verlo calentar en la banda para que cundiera el nerviosismo entre los béticos. Y cuando se preparaba para entrar, Villa, al que sustituyó, lograba el empate, por fin, de cabezazo ante Adrián a centro de Alves. Posteriormente, Leo se sacó una genialidad tras otra: golazo de falta directa; otro libre directo a la cruceta; y una jugada imposible con otro mago, Andrés Iniesta, cuyo taconazo hacia Alexis es para verlo repetido eternamente. 4-2 y tres puntos a la buchaca, que dejan la Liga a tan sólo dos.

¡Cómo cambiaron las cuentas de la lechera en apenas media hora! De tener al segundo a dos puntos, a quizás cantar el alirón el miércoles. Para ello, Manuel Pellegrini debe ejecutar su "venganza" en el Bernabéu ante Florentino y evitar una victoria blanca. Sería una forma extraña de ganar la Liga, pero, tal y como ha ido el año, lo mejor que le puede pasar al equipo es zanjarla cuanto antes. Y, si no, dependeremos de nosotros mismos el domingo, ante el Atleti.