REPÓKER DE CAMPEÓN

REPÓKER DE CAMPEÓN
CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

jueves, 2 de febrero de 2012

El corazón del Capitán

Cuando las fuerzas nos fallan hay algo que, inexplicablemente, nos mantiene en pie. Algo que mueve montañas, algo que hace que las piernas doblen su velocidad, que, cuando parece que no podemos más, consigue que saquemos fuerzas de flaqueza. Me estoy refiriendo, por supuesto, al corazón. Como dijo aquel, el corazón tiene razones que la razón no entiende. Y son razones muy poderosas, porque muchas veces nos acercan a deseos, anhelos y sueños que vemos lejanos. Nos permite apretar los dientes y sufrir. Pero, si los frutos son buenos, el esfuerzo, al final, merece la pena.

No hay nadie en el Barça de Guardiola con más corazón que el gran capitán, el eterno capitán: Carles Puyol. El único, en la historia del club, que ha levantado seis títulos en un año. El único que pudo convertirse en ser el primero en alzar tres veces la orejona, en el mágico escenario de Wembley, pero que renunció a ese honor por cederle ese momento, reservado para unos pocos privilegiados, a un compañero que había pasado por un mal momento (Eric Abidal). Es tan grande el espíritu de Carles Puyol que, después de que el Barça, su Barça, llevara más de cien saques de esquina sin conseguir un tanto, se le ocurre sacarse dos testarazos en dos territorios tradicionalmente hostiles para su equipo: el Bernabéu y Mestalla. Marca pocos goles nuestro capitán, pero elige muy bien los momentos: el 2-6, las semifinales del Mundial, la ida de Copa en el estadio blanco y en Valencia.

Antes de que el corazón de Puyol rematara a gol el empate, la eliminatoria se había complicado. Llegaban los jugadores culés con muchas dudas, la mayoría de ellas provocada por cierta zozobra de un entorno mal acostumbrado a victoria tras victoria, a título tras título. El enésimo tropiezo lejos de casa el fin de semana no invitaba al optimismo para medirse a un conjunto, el Valencia de Emery, que siempre pone en dificultades con su velocidad y presión al Barça.

Sin embargo, ayer no lo tuvo nada fácil el equipo ché. No consiguió el comienzo en tromba que suele protagonizar, debido a varias razones. En primer lugar, al cambio de sistema: de nuevo al 4-3-3. La consigna, con Alves en el banquillo y Puyol de lateral, era tapar la peligrosa salida al contraataque de la banda izquierda valencianista, donde Mathieu y Jordi Alba son dos puñales que siempre destacan cuando enfrente tienen a los de Guardiola. Por ahí volvería a llegar el tanto local, obra del brasileño Jonas; pero el peligro general disminuyó con respecto a otros encuentros.

Y, en segundo lugar, porque el Barça de ayer se vació en el campo. Presentó un once con rotaciones (Pep tiene que cuidar lo que le queda sano en la plantilla, por lo que Alves y Xavi descansaron: el brasileño un tiempo y el de Terrassa ni salió), pero mucho mejor situado en el campo que el del sábado pasado en Villarreal, sobre todo desde la media en adelante. Busquets fue un bastión infranqueable, Thiago y Cesc crearon juego, Messi se movió por todo el campo, Alexis siguió en su línea, presionando como un jabato y pidiendo la pelota al espacio (aunque no tuvo acierto de cara al gol), y Cuenca cumplió en la banda, tanto el defensa como en ataque. Un planteamiento más lógico y táctico, pero no por ello menos brillante.

En efecto, el Barça siempre tuvo el peso del juego y durante muchos minutos estuvo a punto de llevarse incluso un mejor resultado. Pero la mala suerte lo impidió: Messi volvió a fallar un penalty (no es fácil engañar a Diego Alves, todo sea dicho); y el otro Alves, Dani Alves, estrelló un remate en el poste tras una fantástica pared con el argentino. Poco premio, pues, el 1-1 final para quien más lo intentó, pero buen resultado para afrontar los noventa minutos que pueden acabar con la presencia de este equipo en otra final.

Para terminar, una referencia a la jugada polémica del partido: Pinto tocó la pelota con la mano fuera del área cuando Soldado tenía ganada una carrera a Piqué. El portero gaditano tuvo que ser expulsado y el guion del encuentro habría variado. También es verdad que González González perdonó en varias ocasiones la roja a algunos jugadores del Valencia que ya tenían amarilla y que se emplearon "a fondo" en muchas entradas. Ayer fue de las pocas veces en lo que llevamos de temporada en que un colegiado nos benefició con una decisión. Y eso que estamos en febrero...

El sábado, nos espera la Real Sociedad. Y el miércoles, la vuelta en el Camp Nou. Esto no para. No hay cansancio, no hay dolor. Después de todo, cuando nos fallan las piernas, cuando creemos que no tenemos aliento, ahí está el corazón. Un corazón tan culé como el nuestro: el corazón de nuestro capitán, Carlos Puyol.

1-0: Jonas: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-jonas--valencia-1--barcelona-0-129597

1-1: Puyol: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-puyol--valencia-1--barcelona-1-129598

No hay comentarios:

Publicar un comentario