REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

jueves, 19 de enero de 2012

Filosofía Barça

El F.C. Barcelona vuelve a ganar en el Bernabéu. El F.C. Barcelona vuelve a remontar un partido en la capital. Y haciendo lo que sabe hacer: jugar al fútbol. Es tan difícil lo que está consiguiendo este equipo, para el que se nos acaban los calificativos, que hasta nos hemos acostumbrado a que el estadio de nuestro eterno rival sea como nuestra segunda casa. Este Barça, al que le cuesta en Liga ganar lejos del Camp Nou, muestra una superioridad abismal cuando se trata de jugar en la Castellana. Muy grande lo de este equipo. Muy grande lo de Guardiola.

El técnico de Santpedor, que hoy estaba de aniversario (41 años de culé), se llevó el gato al agua, otra vez, sin renunciar a su estilo, al sello de identidad de este Barça: el juego de posición, el toque, la presión, la velocidad del balón... Fue valiente, no cambió nada en su esquema, fue fiel a sus valores. Y el fútbol le premió, como ha hecho tantas otras veces, porque era de justicia que volviera a ganar este partido. El 1-2 es un excelente resultado para la vuelta, aunque no es definitivo, obviamente.

Mou salió a jugarnos como a él le gusta: con las líneas muy juntas, CR de lateral tapando a Alves, trivote en el centro del campo, donde Pepe volvió a campar a sus anchas, y la famosa delantera que pedía la prensa (Higuaín-Benzema juntos). El planteamiento, similar al día del Inter o al primer tiempo de la final de Copa del año pasado, le salió bien... los primeros veinte minutos. En ellos se produjo la jugada del único tanto local, en el que Pinto pudo hacer algo más, pero al que tampoco hay que crucificar, porque no hay que olvidar que Valdés también falló en Liga en este mismo campo.

Como ocurre siempre, el Barça se fue imponiendo poco a poco, como un martillo pilón. Es un estilo el blaugrana que te va aculando, que te va cansando, hipnotizando, hasta que no te das cuenta. Pudo empatar antes del descanso, pero el palo unas veces (Alexis en un remate espectacular para lo difícil que era), Casillas en otras (Messi se estrelló contra él cuando ya se celebraba la igualada) y, finalmente, la mala fortuna (inexplicable el fallo de Iniesta, solo y con Iker casi en el suelo) lo evitaron.

A pesar de la superioridad y del buen juego, el resultado era peligroso, muy peligroso. Un segundo gol de ellos podía acabar prácticamente con la eliminatoria. El Barça, sin embargo, fue valiente. Siguió en la misma tónica, atacando sin cuartel. Nadando y guardando la ropa magistralmente. Alexis Sánchez, que se ha vuelto un auténtico especialista en Clásicos, fue providencial de nuevo. Luchó él solo contra toda la defensa blanca, abrió el campo, cayó a banda, tiró desmarques... Cuajó un gran partido, al que sólo le faltó el gol.

Paradojas de la vida, en un equipo plagado de jugones, en esta ocasión fueron dos defensas los que consiguieron marcar. Puyol, todo pundonor, auténtico corazón de este Barça, remató con el alma, como el día del 2-6, un córner. Pilló por sorpresa a todos: su testarazo fue imparable. Como brutal resultó el golpe para los chicos de Mou. Tampoco con su catenaccio lograba su objetivo, que era bastante evidente: la portería a cero para ir al Camp Nou a defenderse y buscar contras.

Aparecieron entonces los espacios, y con espacios el Barça te mata. Messi, que no había brillado especialmente, sometido a un férreo marcaje de Lass, vio el desmarque de Abidal y el francés definió con sutileza, con la puntera, ante la salida de Casillas. Marca pocos tantos el bueno de Eric, pero le gusta hacerlo en Copa y en momentos decisivos. No había mejor manera de celebrar su renovación. Además, en la semana en la que un padre agradecía el gesto que tuvo con su hijo, enfermo de cáncer, con una carta en La Vanguardia, Abidal parece encontrar recompensa a su generosidad, a su esfuerzo, a su entrega y a su humanidad. El tanto fue la guinda a un partido sencillamente colosal en defensa.

Con el 1-2, el instinto asesino de los secuaces de Mou hizo su aparición triunfal. El clan de los portugueses demostró de nuevo su mal perder con entradas a destiempo, pisotones sin balón, agresiones permitidas cobardemente por un árbitro: Muñiz Fernández. El pisotón de Pepe (que ya tenía una amarilla) a Messi fue en sus narices. No lo quiso ver. La entrada de Carvalho, por detrás, sin posibilidad de jugar el balón, a Messi, tampoco la castigó como se merecía: con roja directa, como dice el reglamento. Coentrao (también con amarilla) agredió a Alves cuando éste se levantaba junto a él... En fin, que en partidos como el de esta noche es donde se ven los efectos de los porqués de Mou: ha conseguido acobardar a los árbitros con sus quejas y lloriqueos. Esta noche no mereció quedarse con diez: con un arbitraje normal, se habrían quedado con ocho.

Nueva victoria de estos cracks, que regalan a su míster la gloria de nuevo, en el día de su cumpleaños. Por supuesto, no está todo el pescado vendido: en Barcelona hay que jugar la vuelta. La ventaja es fantástica, el escenario también. Pero no somos nosotros los que vendemos la piel del oso antes de cazarlo. Eso no forma parte de la filosofía Barça. Eso no forma parte de la filosofía de Pep Guardiola.

1-0: Cristiano: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-ronaldo--real-madrid-1--barcelona-0-128708

1-1: Puyol: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-puyol--real-madrid-1--barcelona-1-128712

1-2: Abidal: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-abidal--real-madrid-1--barcelona-2-128713

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