REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

lunes, 9 de enero de 2012

El Barça es Més que un club

Tenía previsto empezar este artículo con un rápido vistazo atrás al partido copero contra Osasuna. Por decisión personal no escribí sobre la ida de los octavos de final ante el conjunto pamplonica, en la que el resultado (4-0) quedó en anécdota por la que se montó con el comunicado del club sobre el cambio del césped y la baja, que al final no fue tal, de Leo Messi. Una breve reflexión sobre ello: a nivel de club, me pareció rocambolesco que, después de todo, se decidiera seguir con el mismo tapete en el Camp Nou; en cuanto a lo de Leo, me juego lo que quieran a que se moría en su casa y, al sentirse mejor, llamó a Pep para que lo dejara jugar.

Sin embargo, los últimos acontecimientos desvían mi atención hacia otras cuestiones. Para empezar, cómo no, el pinchazo de ayer en Cornellà-El Prat, donde se volvió a ver al Barça de fuera de casa (excepto en el Bernabéu, claro), al Barça que no cierra los partidos, al Barça que en los minutos finales, cuando se llega con el marcador apretado, como en Gijón o Granada, duda si apostar por la victoria o por defender lo conseguido. Y ocurrió lo que suele suceder en esos casos: gol en contra en los minutos finales que, como en Anoeta, Getafe o Bilbao, hace que se pierdan puntos que pueden costar caros.

No me gustó nada el partido de ayer. Si en otros casos el infortunio fue el causante de los tropiezos (un córner aislado, una contra mal defendida), ayer no tuve la sensación de que se controlara el juego. El Barça entró en el terreno que convenía al Espanyol, cuyo mayor mérito fue la presión que ejerció por todo el campo, que anuló por completo a Leo Messi. Los centrocampistas culés no encontraron líneas claras de pase, y cuando lo hicieron se toparon con algún fuera de juego cuando menos discutible.

El empate (totalmente merecido, por cierto) me dejó muy enfadada con la actitud del equipo. Sobre todo, porque desde el sofá de mi casa lo estaba viendo venir. Sin embargo, en pocos minutos, pasé del cabreo a la indignación por el enésimo "fallo" arbitral que se cobran contra nuestros intereses en esta Liga.La mano en el área blanquiazul fue tan clara como la que Turienzo vio de Messi en el gol que anuló a Cesc en el primer tiempo. ¿No la vio? ¿Tuvo tan buena vista entonces como miopía después? Turienzo ya sabe lo que es ocupar "portadas" por ir en contra de los intereses del equipo de la Central Lechera:


En abril de 2007, el colegiado cometió la osadía de pitar dos penalties en contra de los merengues y expulsarles a Cannavaro y Helguera. El resultado fue esta portada. Como consecuencia, recibió llamadas amenazantes a casa, no sólo contra él, sino contra su familia (puedes leerlo aquí). Y tuvo que soportar que el mismo periódico que le puso una diana a su rostro se mofara de su condición de víctima:


¿Adónde quiero llegar? Pues la conclusión es muy simple: Turienzo tuvo miedo de volver a ser portada otra vez. No afirmo que lo hiciera a propósito, pero si uno pita bajo esta presión que se está acumulando en los últimos años, bautizada en el otro altavoz de la Central Lechera como "villarato", es humano que al final mires para otro lado en determinadas situaciones. De lo contrario, si pitas lo que has creído ver y te equivocas (que puede pasar), ya sabes a lo que te expones.

Por mi parte, me sumo a las declaraciones que fueron realizando los diferentes estamentos del club justo al final del partido. Así, a pesar de estar "en caliente" aún, nuestro presidente, Sandro Rosell, afirmó que no había sido penalty "porque simplemente el árbitro no lo pitó"; y el técnico, Pep Guardiola, al que muchos querían ver "en las malas", lejos de lamentarse y lloriquear como otros, afirmó que el Barça está por encima de todo ello.

Chaupeau, pues, para ellos, que ven lo mismo que yo: contra todos estos factores luchamos diariamente. Por eso nuestras Ligas y nuestras Champions tienen el valor que tienen: porque no sólo se consiguen en el campo, sino superando día a día las zancadillas de los elementos mediáticos. Por eso el tercer Balón de Oro consecutivo que hoy ha ganado Leo Messi adquiere la dimensión que se merece: está ganado a pulso. Como el premio de Pep, como el tercer puesto de Xavi, con quien Leo, en su infinita humildad, compartió el galardón. El Barça es "Més que un club" porque, aunque se ponga a cinco puntos, seguirá luchando hasta el final. El Barça es "Més que un club" porque aunque pierda un título se queda en el campo para ver cómo los que se lo ganaron lo levantan. El Barça es "Més que un club" porque, aunque pueda perder esta Liga, a todos nos quedará la sensación de que, simplemente, es el mejor.

0-1: Cesc: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-cesc--espanyol-0--barcelona-1-127938

1-1: Álvaro: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-alvaro-vazquez--espanyol-1--barcelona-1-127940

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