REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

miércoles, 4 de mayo de 2011

"Us en deuen una... I aquests no fallan"

"Os debemos una... Y estos no fallan". Justo hace más o menos un año, Pep Guardiola, en su discurso por el título de Liga 2009/201o, mostraba su sinsabor por una afición, la del F.C. Barcelona, que se vio privada del sueño de jugar la final de Madrid. Comenzaba a poner la primera piedra de su nuevo proyecto con una promesa que hoy ha cumplido con creces. Justo como empezó: a su llegada a nuestro banquillo, jamás garantizó un título, sólo trabajo. Sólo tres años después este Barça, su Barça, nuestro Barça, vuelve a una final de la UEFA Champions League. La tercera desde 2006, con otras dos semifinales por el camino. El techo, la leyenda de este equipo, están aún por determinar. Probablemente llegarán hasta donde ellos quieran.

"Abróchense los cinturones, que nos vamos a divertir". Toda una declaración de intenciones del técnico de Santpedor en aquel Trofeu Joan Gamper de agosto de 2008. Pocos daban un duro por él, esa es la verdad. Hoy nadie discute su excelencia en el siempre inestable banquillo culé. Ha hecho de la humildad y el sacrificio los principales aliados de las innumerables victorias que ha conseguido al frente de este grupo humano. Por eso hoy ha liderado las celebraciones sobre el campo. Ha pedido al equipo que diera la vuelta, ha hecho la rueda en el centro con todos y cada uno de los componentes de la primera plantilla (preparadores, médicos, fisios...) y ha llevado la voz cantante en el improvisado homenaje a sus chicos... para luego desaparecer en la sombra, para pasar a un segundo plano. Así es Pep Guardiola, un hombre de palabra que sabe ceder el protagonismo a sus jugadores. Por eso cuenta con la admiración de todos ellos.

Para continuar con las sentencias de nuestro entrenador, avisó en la ida de que nuestro rival nos pondría en dificultades y así fue. En esta serie de cuatro encuentros, que por fin acaba (mi corazón culé lo agradece), jamás le ha ido bien al Barça ir de favorito. En Liga, cuando lo tuvo más fácil, contra diez y jugando mejor, se dejó empatar. En Copa, en la cara o cruz de las oportunidades, la Diosa Fortuna nos dio la espalda. Fue en la ida de la Champions, cuando todos dudaban de este equipo, cuando dio el zarpazo que a la postre resultó definitivo. Hoy, el público acudió al Estadi esperando ver otra manita o algo similar. Y se equivocó. Por varias cuestiones.

En primer lugar, porque el resultado invitaba al guión propuesto: nadar y guardar la ropa. Es decir: atacar, sin renunciar al estilo, pero, como dijo Pep, con "seny", sin volverse locos. El tiempo (y el resultado) jugaban a nuestro favor: con el paso de los minutos, se acabaría la presión ordenada de los blancos y encontraríamos los espacios necesarios. Y así sucedió tras la primera media hora, muy disputada, que se jugó en veinte metros, por la presión de los dos conjuntos y las defensas adelantadas. En el último tramo de la primera mitad, Casillas fue el hombre más destacado, sacando balones imposibles a Messi, Villa, Pedro...

Y en segundo lugar, porque el rival también jugaba. Quizás, junto con la primera mitad de la final copera, los merengues hayan realizado sus mejores minutos contra nosotros. Con las urgencias del resultado, sabiendo que no tenían nada que perder, por fin han salido al ataque, como se presupone a un equipo de su categoría. Tiene jugadores para ello, pero su entrenador ha muerto con su complejo de inferioridad en lugar de intentar disputarnos el balón. Más allá de la expulsión de Pepe en la ida, yo reflexionaría sobre qué hubiera pasado si su planteamiento hubiera sido diferente...

Pero hoy no es día de acordarse de nadie. A Dios pongo por testigo de todos los titulares y barbaridades que se me habían ocurrido por si pasábamos. Ya no me quedan ganas de decirlas: el Barça ha alcanzado merecidamente la final, ha ganado el fútbol, la apuesta de quien siempre intentó atacar. Me da igual que arda la central lechera; a partir de ahora, Mou, que siempre ha recochineado su final del Bernabéu del año pasado, tendrá que callar; a partir de ahora, CR se lo pensará antes de afirmar que "Quien ríe el último, ríe mejor" (no sabes cómo sienta, chaval, reír al final).

Bueno, sí que es día de acordarse de alguien: Eric Abidal. Él se ha llevado el reconocimiento de todos, compañeros y rivales. Eric vuelve a cabalgar por la banda izquierda de nuestro campo. Sólo han sido unos minutos, pero él se ha llevado la gran ovación de la noche. Merecidamente. El fútbol también le debía una a él: se perdió por sanción la final de Roma (fue expulsado ante el Chelsea, porque nosotros también jugamos con diez de vez en cuando). Quizás por eso dejó una nota en Wembley, cuando jugó con Francia uno de sus últimos encuentros como internacional antes de detectarse su enfermedad. Sabía que volvería. Sabía que la vida le iba a dar una segunda oportunidad. No se imaginaba que sería en todos los sentidos...

1-0: Pedro: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-pedro--barcelona-1--real-madrid-0-113489

1-1: Marcelo: http://www.cope.es/tiempo-de-juego/audio-gol-de-marcelo--barcelona-1--real-madrid-1-113490

4 comentarios:

  1. El Barça, justo finalista. Increible lo que está haciendo este equipo, son muy grandes. El 28 de mayo lucharemos por nuestra 4ª Champions... SOM-HI BARÇA!!!

    Saludos.

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  2. al final ha gando el fútbol, otro año más de antifútbol como en el pasado en una final de Champions hubiese sido un excesivo premio. Así que Visca el Barça y a por la 4ª en Wembley!!!

    Javi Bobadilla.

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  3. Pues sí, Gabriela, hay que disfrutar los momentos porque lo de este equipo es difícilmente repetible.

    Javi, ¿qué te voy a decir? Hay un Dios del fútbol que, como el día de Stamford Bridge, ha premiado el planteamiento valiente de nuestro equipo. A disfrutar.

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  4. Merche culé! ja he tornat! http://elclasico4.blogspot.com/

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