Lo más destacado del partido que disputaron el
F.C. Barcelona y el Mallorca podría haber sido el primer hat-trick de Cesc con
el conjunto blaugrana. O el doblete de Alexis Sánchez, que además asistió a
Fàbregas en alguno de los suyos. Sin embargo, lo más importante de todo, más
allá de los tres puntos, más allá de cualquier título, es el triunfo de la
vida: la vuelta al banquillo del Camp Nou de Tito Vilanova y al equipo de Eric
Abidal.
Cuando el francés saltó al campo, todo lo demás quedó en un segundo plano.
No era para menos: Abi ha levantado su mejor trofeo, goleando a la enfermedad y
saliendo adelante con un tremendo espíritu de sacrificio y superación. Hace
apenas un año se le trasplantó el hígado de su primo, al que dedicó su vuelta
con una camiseta. Éramos muchos los que confiábamos en su fortaleza, en su buen
ánimo, en que volvería a salir adelante; pero éramos pocos los que pensábamos
que volvería a calentar por la banda del Estadi, que volvería a saltar al
terreno de juego en competición oficial. De ahí que, cuando llegó el momento,
el Camp Nou entero, palco incluido, se pusiera en pie para rendirle merecido
homenaje.
El resto, como ya dije, quedó en un segundo plano, pero fueron también
buenas noticias. Pinto, que defendía por cuarto partido consecutivo la portería
por la sanción de Valdés, dejó su portería a cero. La defensa, integrada por
Alves, Piqué, Bartra y Montoya, rindió a un buen nivel, especialmente la pareja
de centrales. El centro del campo, con Song y Thiago también estuvo a la
altura. Y en la delantera, Tello, que cumplía medio centenar de participaciones
con el primer equipo, fue un puñal por su banda, escudado en por los dos
goleadores de la noche.
A Alexis y Cesc les vino bien, paradójicamente, la ausencia de Messi.
Fàbregas porque ocupó su posición ideal, la de falso nueve, donde se topa cada
domingo y cada miércoles con el mejor del mundo. Y el chileno porque, cuando
está Leo, se obsesiona con pasarle siempre el balón, aunque muchas veces tenga
otras opciones claras y posiblemente mejores. Sin el argentino, hizo su juego,
estuvo en el momento exacto y potenció más sus cualidades. Es importante que
ambos, Cesc y Alexis, Alexis y Cesc, recuperen protagonismo y la competencia
por un puesto se incremente. Llega el momento decisivo de la temporada y
resulta crucial tener a toda la plantilla implicada y a punto.
Con la Liga a sólo cuatro partidos, hagan lo que hagan los demás, el
miércoles el Barça se juega el pase a las semifinales de la Champions. Con la
duda de Messi, con varias interrogantes en la defensa, pero con el espíritu y
el estilo de siempre, y a buen seguro que con la afición empujando, debe hacer
valer el 2-2 de la ida, aunque la empresa no será fácil. En juego, estar entre
los cuatro mejores de Europa. Casi ná.
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