REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

jueves, 4 de abril de 2013

Un golpe de (mala) suerte



El F.C. Barcelona volvió a la Champions, a la máxima competición continental, con la sensación de quien tiene una segunda oportunidad. El pésimo resultado de San Siro, que obligó a una remontada histórica y sufrida en el Camp Nou, suponía que había que aprender de los errores pasados, a tratar de hacer los deberes en la ida para no afrontar de nuevo una vuelta agónica. Y durante gran parte del encuentro así pareció. El conjunto de Tito Vilanova, que se volvió a sentar en nuestro banquillo (eso sí que es otra oportunidad de la vida), sabía lo que tenía que hacer: tratar de marcar fuera de casa y llevarse para Barcelona algo de ventaja que administrar la semana que viene.

A pesar de la salida en tromba del PSG, el Barça se hizo pronto con el mando del encuentro. Los franceses, espoleados por el ambiente de la grada, salían a la contra con peligro, sobre todo con las llegadas de Lavezzi, que generó la mayoría de las ocasiones, incluyendo una jugada al palo. Sin embargo, serían los culés los que golpearían primero, con una magistral asistencia de Alves desde el centro del campo a Leo Messi que el argentino convirtió en su octavo gol en Champions. El crack aprovechó los momentos de desconcierto para tratar de anotar el segundo, con un típico slalom desde la banda con tiro final ajustado a la escuadra, pero se le marchó.

Ahí comenzaron las malas noticias para el Barça, porque en esa jugada el 10 sintió un pinchazo en el bíceps femoral que encendió las alarmas en el banquillo y congeló la sangre de la afición culé que seguía el encuentro, tanto en el campo como en la televisión. Aguantó hasta el descanso, pero pidió que no le pasaran ni un balón y se pegó a la banda sin apenas forzar. En el segundo tiempo, lo sustituyó Cesc Fàbregas.
La segunda mitad, el Barça dispuso de varias ocasiones, en especial creadas por la movilidad de Alexis Sánchez, que generaba continuos espacios a sus compañeros, aunque luego volvió a fallar a la hora de definir. Como suele suceder, quien perdona lo acaba pagando, y cuando más controlado parecía el juego y más inofensivo el PSG, se sucedieron varias desgracias que volvieron loco el partido a partir del minuto 80. En un córner local, Jordi Alba y Mascherano chocaron y tuvieron que ser atendidos. Stark, por desconocer el reglamento o negarse a aplicarlo, obligó a los dos a salir del campo, cuando la normativa dice que dos jugadores que han chocado del mismo equipo no pueden salir a la vez, se tiene que interrumpir el juego hasta que se recuperen, como si del portero se tratara. Acto seguido, una falta de Villa que no fue, el saque con Alba y Masche aún protestando y descentrados y un gol de Ibra en fuera de juego por dos metros...

Afortunadamente, no todo fueron malas noticias. Un penalty tan claro como absurdo del portero del PSG (Alexis ya perdía el balón) provocó el segundo del Barça, de Xavi, que parecía definitivo... Hasta que en otra jugada desgraciada, Bartra, que sustituyó al "Jefecito", lesionado para seis semanas, desvió un disparo de Matuidi y Valdés no pudo hacer nada por evitar el empate a dos en el último minuto del descuento.

El resultado, muy bueno. Las sensaciones, no tanto. Por la forma en que se produjo el empate, por el parte de guerra, que deja la defensa en cuadro para la vuelta, y, sobre todo, por la duda de Messi para dicho encuentro de vuelta. Finalmente, el argentino tiene para menos tiempo del que se estimaba en un principio, pero aun así su presencia en el Camp Nou la semana que viene está complicada. Eso sí: esperemos que el equipo saque adelante la eliminatoria al menos para dar a Leo la oportunidad de estar en semifinales.


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