REPÓKER DE CAMPEÓN

REPÓKER DE CAMPEÓN
CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

lunes, 1 de abril de 2013

La cuadratura del círculo


Tras el largo parón por los compromisos internacionales de selecciones, volvió (por fin) la Liga. Y lo hizo con relativas sorpresas en la cabeza: sólo uno de los seis primeros consiguió los tres puntos (el Málaga); el resto empató, por lo que las distancias entre los integrantes del podium provisional se mantienen una jornada más. Y eso que, desde mi punto de vista, el líder, el Barça, jugó en clara desventaja con respecto a los otros dos, por varias razones que enumero a continuación.

En primer lugar, el conjunto catalán ha sido el principal perjudicado del denominado "virus" FIFA. Jordi Alba, Pedro y Xavi tocados con La Roja, Messi y Mascherano castigados físicamente por la altitud de Bolivia, muchos kilómetros y poco descanso. Hasta los internacionales de la sub-21 española (Montoya, Bartra y Tello), titulares en Vigo, acumularon casi todos los minutos con dicho combinado. Lo sé: es el precio que se paga por tener a los mejores. Pero no es menos cierto que los clubes están completamente desprotegidos ante las selecciones, que se llevan a los jugadores, los explotan y los devuelven tocados o lesionados, a estas alturas de temporada, con lo que se juega el equipo. Un sinsentido al que algún día habrá que poner un alto...

Así las cosas, el recién reincorporado Tito Vilanova tuvo que improvisar un once de no habituales para dar descanso a muchos de sus titulares, algunos de los cuales se quedaron en Barcelona recuperándose de sus dolencias físicas. De hecho, salvo Piqué, Alves y Messi, el resto eran jugadores poco habituales o chavales recién incorporados del Barça B, como Bartra, Montoya (de lateral zurdo) o Tello. Sí, ya sé que Cesc Fàbregas y Alexis formaron de inicio, pero su momento de forma, especialmente el del catalán, dista bastante de ser óptimo.

En segundo lugar, el Barça fue el primero de los tres en jugar. Es decir: el segundo y el tercer clasificados ya sabían lo que había sucedido en Balaídos y podían haber puesto un plus de motivación (aunque finalmente el traspiés no fue aprovechado por ninguno de los dos). Sin duda, los últimos diez partidos los equipos van a por todas, se están jugando mucho (el Celta, ni más ni menos que permanecer en la Liga BBVA) y cada punto es ganado y trabajado a pulso. Ante ello, cualquier despiste, bajada de intensidad o error defensivo te cuesta caro. Y eso fue lo que le sucedió al Barça en Balaídos.

A pesar de remontar un resultado adverso, con el enésimo penalty no pitado a favor con 0-0 (Mateu, ese gran amigo de Mou), el nivel y la intensidad decayeron en el último cuarto de hora del partido, y por ahí se empezaron a escapar los tres puntos que se habían forjado con una buena labor antes de esos quince minutos finales. Entre el bajón físico y que el equipo probablemente pensaba ya en el compromiso de mañana, el 2-2 de Oubiña sorprendió en el 43, sin tiempo para reaccionar.

El encuentro nos deja, nos obstante, varias buenas noticias: la progresiva incorporación de Tito Vilanova (que ya hoy ha viajado a París), la primera convocatoria de Abidal (impresionante la afición del Celta aplaudiendo al francés en el calentamiento) y el récord de Messi de marcar a todos los equipos de la Liga, haciéndolo además de manera consecutiva. El más difícil todavía, la cuadratura de ese círculo perfecto del argentino, que suma 43 tantos en lo que va de Liga y va apuntando hacia París. Sabe que Europa le dio una segunda oportunidad ante el Milán y seguro que no va a desaprovecharla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario