A priori, de los tres primeros clasificados en
la Liga BBVA, el FC Barcelona era el que encaraba el peor encuentro: ante el
Valencia en Mestalla. Un campo complicado, ya que el conjunto levantino siempre
pone las cosas difíciles a los culés, con un estilo de juego muy basado en la
presión, las líneas muy juntas y rápidas salidas a la contra. Habitualmente,
los equipos de Valverde gustan de tener el balón, pero ante el Barça el técnico
vasco es muy consciente de la dificultad de manejar el centro del campo, por lo
que apostó por un estilo muy similar al de Emery en temporadas anteriores. El
resultado: otro empate en Mestalla, como venía sucediendo en temporadas
pasadas, aunque no fue precisamente el peor resultado de los tres primeros
clasificados...
En efecto, el gran beneficiado
de la jornada fue el Atlético de Madrid, que recortó dos puntos frente al líder
y se distanció en tres del tercero, que cayó sorprendentemente en Granada y
queda a dieciséis del liderato. Como conclusión: los dos grandes del fútbol
español pagaron la ida de su intensa eliminatoria copera, de la que no pude
hablar en su momento, pero que repasaré brevemente posteriormente (algunos
comentarios sobre cuestiones extrafutbolísticas principalmente).
Quizás el resultado habría
sido diferente si se hubieran hecho rotaciones en el once inicial (sólo dos
cambios con respecto al Bernabéu: Valdés por Pinto y Mascherano por Puyol). Vi
a algunos hombres excesivamente cansados: Cesc Fàbregas, Messi, Xavi y Pedro
sobre todo. Por el contrario, Jordi Alba parecía que jugaba su primer partido
de la temporada; y el ataque se sostuvo por los chispazos de Iniesta, aunque el
manchego tuvo que retrasar excesivamente su posición para entrar en juego.
Probablemente en los dos próximos partidos el cuerpo técnico tire de hombres de
refresco, sobre todo ahora que Xavi tendrá que parar al menos quince días por
una lesión muscular que ha impedido su viaje a Qatar con La Roja.
Dos nombres propios a lo largo
de la semana fueron los autores de los tantos: Éver Banega, de quien se dice
que llegó tarde y "en malas condiciones" al entreno del viernes (ya
podía haberlo dejado fuera Valverde, porque vaya partidazo hizo el argentino);
y su compatriota, Leo Messi, quien fusiló de penalty inalcanzable a quien se
rumorea como candidato a la portería del Barça para la próxima temporada:
Vicente Guaita. Al bueno de Leo le han buscado las cosquillas en la resaca del
Clásico copero con un claro objetivo: dañar su imagen y tratar de favorecer al
eterno segundón en las votaciones del Balón de Oro. Que si esperó a Arbeloa una
hora y media en el parking, que si le dijo "bobo" a éste y
"muñeco de Mourinho" a Karanka, que si escupió al banquillo... Todas
las acusaciones sin pruebas. De lo que sí las había, querido Callejón, era de
tu entrenador, de ése que te monta a caballo, en el parking del Camp Nou para
intimidar a un árbitro, como hace siempre que pierde. La campaña es rastrera,
sucia y antideportiva. Sin embargo, estoy absolutamente convencida de que Leo
contestará donde suele hacerlo (en el campo) y como suele hacerlo (siendo el
mejor del mundo).
Para finalizar, otro
protagonista que habló donde tenía que hacerlo: Víctor Valdés. Con una parada a
bocajarro, la pantera de L`Hospitalet evitó que el empate acabara en derrota en
los minutos finales. Se trató de un punto muy trabajado, ante un gran rival y
en un campo que siempre se nos atraganta. La distancia con el segundo sigue
siendo considerable, por lo que el margen continúa siendo bueno gracias al
fantástico trabajo realizado hasta ahora.
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