Dos puntos. Dos únicos puntos son los que se le
han escapado al F.C. Barcelona de Tito Vilanova desde que en agosto comenzara
su andadura liguera. O lo que es lo mismo: en 19 choques, sólo ha empatado uno,
lo que supone la friolera de 55 puntos de 57 posibles. La mejor primera vuelta
de la historia de la liga, la mejor primera vuelta jamás conseguida por un
equipo. Ni siquiera la mejor versión del propio Barça, la del triplete, pudo
conseguir unos número tan demoledores. Sin embargo, no sólo los datos de este
equipo son dignos de ser alabados.
"Me daban ganas de
aplaudirles" (Martín Demichelis). El central del Málaga se destapó con
estas declaraciones tras el partido disputado el pasado domingo en La Rosaleda.
Él y sus compañeros acababan de pasar por el rodillo culé. Vilanova parece
haber dado con la tecla de un equipo que desde hace años juega de memoria, pero
que cada temporada se reinventa a sí mismo para continuar siendo competitivo,
para mantener ese hambre de éxitos a pesar de lo conseguido hasta la fecha.
El domingo el Barça rozó la
excelencia futbolística ante un gran rival, el mismo al que se va a enfrentar
en la Copa del Rey. Fue un choque intenso de dos estilos muy similares, basados
en el gusto por el buen trato del balón, en la presión cuando no se tiene la
pelota para tratar de recuperarla lo antes posible. Y en esas lides el conjunto
blaugrana está más curtido que el de Pellegrino. El arquitecto ha logrado crear
un bloque sólido en torno a su idea, que maravilla a Europa y se consolida en
la Liga como alternativa a los grandes. Sin embargo, tratar de arrebatarle el
balón a este Barça de Busquets, Xavi, Iniesta y Fàbregas es una tarea altamente
complicada.
Especialmente espectacular fue
el partidazo de Sergio. Cada año que pasa su labor es más importante. No
comprendo cómo lo han dejado fuera del once ideal de Europa. No hay nadie en su
puesto mejor que él. El domingo, además de su habitual recital de colocación,
robos de balón, juego de posición y movimiento de balón al toque, el de Badía
destapó el tarro de las esencias con una ruleta digna de cualquier mago
futbolístico.
A pesar de que el primer gol
llegó por un "accidente" (la cesión de Camacho a Caballero estando
Messi de por medio es cuando menos un suicidio), el Barça pudo lograr batir al
meta argentino malacitano en más ocasiones, pero a veces su inspiración, a
veces la falta de puntería, al descanso sólo se llegó con 1-0. Fue tras la
reanudación cuando el partido se convirtió en un gran "rondo" para
los culés, que articulaban jugada tras jugada, a cual más elaborada, a cuál más
bella. Cesc, tras asistencia de Messi, y Thiago (otro que cada día mejora más),
acabaron con la incertidumbre del marcador y consiguieron apuntalar una
victoria inapelable.
El jueves, Barça y Málaga
vuelven a verse las caras. Será el segundo round, pero el escenario será
diferente: en Barcelona, en Copa. Sin embargo, promete ser igual de
apasionante.
1-3: Buonanotte: http://vod.cope.es/audio/2013/01/13/audio_13581136616819867715.mp3
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