REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La fuerza de un sentimiento



Otra vez la vida caprichosa golpea el estado de felicidad del barcelonismo. Otra vez esa maldita enfermedad. Cuando todo eran buenas noticias: el liderato del equipo, las renovaciones de tres pesos pesados (Messi, Xavi y Puyol, en el orden que quieran), la vuelta de Eric Abidal a los entrenamientos... Hoy la vida nos enseña que siempre hay que estar alertas, que no existe la felicidad completa, que precisamente en eso radica la dificultad de la existencia. Nuestro entrenador, el artífice del mejor comienzo liguero de nuestra historia (y de la historia de la Liga), Tito Vilanova, ha recaído de su enfermedad.

Se trata, sin duda, de un duro golpe para el barcelonismo, que en apenas unos meses ha vivido dos procesos similares. La plantilla del mejor equipo de la historia, tan acostumbrada en los últimos tiempos a las mieles del éxito (hoy se cumplían tres años del mágico sextete), ha tenido que aprender a asimilar este tipo de golpes, como sucede en el seno de cualquier familia de la vida cotidiana en la que suceden estas cosas, desgraciadamente, día a día. Primero un compañero y ahora el míster. Nadie está a salvo de esta lacra, da igual el dinero que ganes, la edad que tengas o los hábitos de vida que lleves.

Obviamente, los casos de personas famosas suelen tener más repercusión que los de las anónimas.  También suelen servir de ejemplo cuando, como en el caso de Abidal, logran salir adelante, generando esperanza en todos aquellos que padecen lo mismo. Porque, en efecto, hay quien se cura y logra continuar con su vida con normalidad. Estoy convencida de que así volverá a ser con nuestro entrenador, que en poco tiempo estará de  nuevo en nuestro banquillo, diseñando jugadas, escogiendo alineaciones, celebrando goles con la pasión que le imprime ese sentimiento barcelonista mamado desde la cuna. La vida, que le negó la gloria en el Camp Nou cuando jugaba, no puede ser tan injusta y truncar su extraordinaria trayectoria en su recién iniciada etapa como entrenador del primer equipo de sus amores.

Es precisamente la fuerza de ese sentimiento blaugrana la que debe acompañarle cuando mañana sea intervenido a las ocho de la mañana. La mía, la tuya, la de todos los que, desde que se conoció la noticia, le han mostrado su apoyo por tierra, mar y tweeter. Si algo ha demostrado en todo este tiempo Vilanova es que jamás ha sido un cobarde y que tiene una gran personalidad y carácter arrolladores. Asumió un gran reto y el club, como queda patente con la magistral rueda de prensa institucional de Rosell y Zubizarreta, estará esperando su vuelta.

Ánimo Tito.

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