REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

domingo, 28 de octubre de 2012

Mano de Tito



El Barça de Tito Vilanova iguala el mejor inicio de la historia del club catalán, que hasta ahora ostentaba Louis Van Gaal. Y lo hace con una manita, uno de los resultados más repetidos en las últimas campañas por los jugadores culés. Lo ha conseguido, además, en un campo siempre complicado, por las dimensiones, por la presión del público, por el oficio que suelen tener los jugadores rayistas, que en esta temporada están practicando buen fútbol y divirtiendo a su siempre entregada afición.

Era difícil solventar la papeleta después de una semana de gran desgaste: el partido contra el Deportivo, jugando durante muchos minutos con diez hombres por la rigurosa expulsión de Mascherano y el polémico arbitraje de Velasco Carballo; el duelo contra el Celtic, saldado con una victoria in extremis, que obligó a un sobreesfuerzo físico y mental hasta el último suspiro; las bajas defensivas, con Mascherano sancionado, obligaban a una nueva defensa de circunstancias. De hecho, el técnico blaugrana se vio obligado a improvisar una nueva línea defensiva, con Montoya, Busquets, Adriano y Jordi Alba.

Sin embargo, cuando las circunstancias eran menos propicias, la plantilla volvió a responder y el equipo cuajó un excelente encuentro. No en vano, la debilidad atrás fue compensada con un alto nivel de concentración y presión por parte de todos. Además, se imprimió una velocidad de vértigo al esférico, ya que uno de los peligros del Rayo Vallecano es la presión que ejerce muy arriba para recuperar el balón. Villa y Pedro tiraron diagonales continuamente, lo que estiró el campo y facilitó los pases entre líneas.
Precisamente en uno de ellos llegó el primer tanto, obra del Guaje. El asturiano, que volvía a la titularidad para ir acumulando minutos y rodaje en su puesta a punto, se desmarcó por el centro y Cesc Fàbregas, que parece haber recuperado totalmente la confianza tras un inicio de campaña titubeante, le asistió para que, al primer toque, batiera al meta rival. Villa es ya el segundo goleador culé: anota un tanto cada 65 minutos. A pesar de su escasa presencia en el once, sus tantos dan puntos, como en Sevilla, o abren la lata, como ayer. Son, pues, decisivos.

Hubo que esperar hasta la segunda mitad para ver un auténtico festín de goles visitantes: Messi, asistido por Montoya (el chaval sigue demostrando que o Alves se pone las pilas o acabará sentándolo más pronto que tarde) lograba el segundo; Xavi, celebrando con su medio centenar de tantos con el Barça su merecidísimo Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, hacía el tercero; Fàbregas, que no sólo asiste, también marca, anotaba el cuarto; y nuevamente Leo, que se destaca como pichichi a un día de recibir la Bota de Oro de la campaña pasada, lograba el quinto y definitivo tanto, que lo sitúa a dos del récord de Pelé y a catorce del de Müller. No fueron los siete del pasado año, pero sin duda se trata de una victoria de mérito para continuar al frente de la clasificación y mantener la distancia con el eterno rival, que una semana más será de al menos ocho puntos.

Con la Champions más que encarrilada, la Copa del Rey comienza a cobrar protagonismo a partir de ahora. Los menos habituales tendrán ocasión de reivindicarse el próximo martes y ponérselo difícil a Tito para decidir el once titular en cada partido. Será la oportunidad de Dos Santos, Bartra, Sergi Roberto... y, mientras tanto, seguirán corriendo los días para ver si la enfermería se vacía.


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