Hasta la fecha, el F.C. Barcelona no había sido
capaz de ganar en el estadio del Benfica. En dos ocasiones había visitado al
conjunto portugués y ni siquiera había logrado anotar ningún gol. Sin embargo,
siempre que Benfica y Barça se han enfrentado, en la Liga de Campeones, el
que ha ganado un partido se ha proclamado campeón de Europa: el
Benfica lo fue en 1961, y el Barça en 1992 y 2006.
Tenía, pues, el equipo de
Vilanova el reto de ser el primero en la historia culé en marcar en el Estadio
Da Luz. Y eso que antes habían pasado por allí alineaciones de época, como el
Dream-Team de Johan Cruyff o el maravilloso Barça de Frank Rijkaard, Ronaldinho,
Deco, Eto'o y compañía. De aquel año (2006), sólo Valdés repetía como titular.
Fíjense en lo que ha llovido desde entonces...
Si las estadísticas están para
romperlas, seis minutos tardó el Barça en acabar con esa sequía goleadora en Da
Luz. Caprichos del destino, tenía que ser Alexis Sánchez (que acumulaba también
varios meses sin marcar), el encargado de hacerlo. Si en Sevilla fue Cesc el
que acabó con su mala racha goleadora, en Lisboa el chileno pareció quitarse
una pesada losa de encima. Para ser justos, el mérito del tanto estuvo más en
la jugada por banda de Messi (que fue el autor de las dos asistencias de la
noche) que en el remate de Alexis, pero para la posteridad siempre quedan los
autores de los tantos. Y el "Niño Maravilla" se ganó un sitio en la
historia culé al ser el primero en lograr batir a un portero del Benfica en su
estadio. Ojalá sea una liberación para el delantero, que hace bien poco
reconocía que no estaba para nada satisfecho con su arranque de temporada, pero
al que se le ven ganas de revertir la situación.
A pesar de que el gol puso el
partido de cara para los de Vilanova, hubo un tramo del encuentro en la primera
mitad en el que los portugueses apretaron, pero se encontraron con un
providencial Víctor Valdés. Tras el descanso, en cambio, el Barça impuso su
fútbol-control y sentenció el partido cuando quiso. Otra vez Cesc, aprovechando
otra asistencia de Leo (cuatro en los dos últimos encuentros) puso la
tranquilidad en el marcador y dejó encarrilada la clasificación de la Champions,
puesto que, a priori, los de Jorge Jesús son el rival más potente del grupo.
La clara victoria tuvo un
momento difícil de olvidar: nuestro gran capitán, Carles Puyol, que reaparecía
tras la lesión sufrida en Getafe (acortando en varias semanas el pronóstico
inicial) subió a rematar un córner en el minuto 79 y, tras una mala caída,
sufrió una dolorosísima luxación de codo que lo volverá a tener en el dique
seco durante dos meses. No está teniendo suerte el de La Pobla con las
lesiones: se pasó el verano poniéndose a punto de la rodilla (recordemos que se
perdió la Eurocopa), se rompió en pómulo en Pamplona, se dañó los ligamentos de
la rodilla en Getafe y la luxación de codo. Son los "daños
colaterales" de ser Puyol: sólo alguien como él es capaz de volar con 0-2
en el minuto 79 para tratar de conseguir el tercero. Ya lo dice el mismísimo
Franco Baresi: "Puyol pone la cara donde a cualquier otro le daría miedo
poner el pie".
En estas, mañana Clásico. Ocho
puntos de diferencia, notables bajas en defensa para el Barça, pero ante su
público, para mí, debe ser favorito. ¿Song-Mascherano por el centro? ¿Defensa
de tres? ¿Cesc o Alexis? ¿Villa titular? En unas horas saldremos de dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario