REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

lunes, 5 de noviembre de 2012

Un Barça de récord



La del sábado tenía que ser la noche de Messi. El argentino estrenaba, exultante, Bota de Oro (que ofreció al Camp Nou en los prolegómenos del encuentro) y, lo que es más importante: su paternidad. Su anhelado primogénito, Thiago Messi, había venido al mundo en la tarde del viernes, sobre las 17:15 horas. Esta vez no resultó, como en otras tantas ocasiones, una falsa alarma: todo estaba tan programado que su novia, Antonella, había ingresado en esa misma mañana y la criatura nació a las pocas horas. Era el guion perfecto para que Leo lo cerrara con una actuación antológica, de esas que se recuerdan siempre.

Había tantas ganas en el ambiente que se consiguió el efecto contrario: Messi no sólo no marcó, sino que sucumbió a la ansiedad, se obcecó en determinadas ocasiones y hasta a punto estuvo al final de lesionarse. Al crack argentino le pudieron las ganas, e incluso falló en lo que suele destacar: la velocidad de definición. Javi Varas (otra vez Javi Varas) se interpuso una y otra vez en su camino hacia el gol: el guardameta sevillano no entró a ninguno de sus amagos, se mostró bien posicionado en sus dos intentos de vaselina y volvió a mostrar sus reflejos en sus lanzamientos a bocajarro.

Tuvo que ser un ex compañero del portero celtiña, Adriano, el que acabara con su imbatibilidad, gracias a un centro de Pedro. El brasileño, comodín donde los haya (creo que en su carrera habrá jugado de todo), se lesionó poco después, por lo que agrava los problemas de Tito Vilanova para configurar la defensa ante el Celtic de Glasgow el miércoles. Por fortuna, Piqué ha recibido ya el alta médica, pero la zaga sigue escasa de efectivos y el técnico culé se ve obligado, partido sí, partido también, a improvisar una diferente.

Es precisamente la falta de aclimatación de la defensa una de las claves de la cantidad de goles que viene encajando Víctor Valdés. Para que el Barça funcione con su engranaje habitual, cada pieza ha de realizar su función a la perfección. Sin embargo, la falta de continuidad en los hombres que actúan en la línea de atrás genera dudas, fallos de posición, que en ocasiones resultan letales. Así fue como llegó el tanto del empate del Celta, obra de Mario Bermejo, que culminó una contra perfecta del conjunto gallego.

Casi sin tiempo para respirar, David Villa, que volvía a salir de titular, aprovechó de nuevo sus minutos para anotar el segundo gol. El Guaje fue el auténtico protagonista del choque, un "invitado" inesperado a la fiesta de Messi, ya que generó la jugada del segundo con un taconazo a Iniesta (que acabó rematando él mismo) y propició, con otra asistencia de tacón, el tercero, de Jordi Alba, en claro fuera de juego. El 3-1 sentenciaba el encuentro y sitúa al Barça de Tito Vilanova como el equipo con el mejor arranque de la historia del club, con 28 puntos de 30 posibles. Un auténtico hito que pulveriza este equipo, que sigue sediento de títulos. Ostenta, además, el liderato en solitario, gracias a la derrota del Atleti en Valencia.

El miércoles, de conseguir la victoria, el Barça lograría el pase a octavos de final de la UEFA Champions League, lo que permitiría centrarse prácticamente en exclusiva en la competición liguera hasta febrero y dosificar a los hombres que más minutos están acaparando por las lesiones de sus compañeros, como Mascherano o Busquets. El conjunto escocés es peligroso en su estadio, pero los hombres de Vilanova han demostrado que son capaces de superar los obstáculos más difíciles.

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