REPÓKER DE CAMPEÓN

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CAMPEÓN DEL MUNDO (18-12-2011)

martes, 15 de marzo de 2011

A muerte contigo, Barça

A Dios pongo por testigo de que tenía muchas ganas de hablar de fútbol. Compromisos personales y profesionales me impidieron escribir ayer y anteayer sobre el primoroso encuentro que Sevilla F.C. y F.C. Barcelona brindaron a todos los aficionados al fútbol en general. Un partido de toma y daca, sobre todo en la segunda mitad, ya que en la primera el dominio culé fue abrumador, aunque cometió el error de no matar el resultado y lo acabó pagando al final. Cualquiera de los dos pudo ganar, cualquiera de los dos pudo perder... y el empate dejó satisfechos a terceros en discordia.

A pesar de ello, la distancia con el segundo clasificado sigue siendo, para mí, buena: cinco puntos. La hubiera firmado con los ojos cerrados si al principio de temporada me dicen que a estas alturas iba a ser así. Yo nunca les di por muertos y sigo convencida de, como el año pasado y como el anterior y como siempre, lucharán contra nosotros hasta el final, nos obligarán a hacer más de cien puntos.

Y lucharán con todas sus armas. Por lo civil o por lo criminal. Uno no se gasta pastizales de millones para ver cómo su eterno rival lo humilla y está en boca de todos por su buen juego, fair-play, humildad, sensatez, orgullo y sentido común (el menos común de los sentidos en la caverna mediática) de sus futbolistas. No pueden quedarse de brazos cruzados. Y la penúltima (no será la última, aunque quizás tarden en armar otra artimaña, porque el absoluto rechazo que han conseguido con las tretas barriobajeras y de gansters los callará por un tiempo) ha ido demasiado lejos: insinuar que los jugadores del F.C. Barcelona, tus jugadores, culé, nuestros jugadores, se dopan.

A mí todo lo que está sucediendo desde hace tiempo en los medios de desinformación cavernarios (o cavernícolas) sólo me produce dos sentimientos: asco y pena. A partes iguales. Asco, porque esta vez han traspasado todos los límites imaginables. Y pena, ¿por qué? Porque yo un día soñé con trabajar en cualquier medio deportivo, con ganarme la vida con esto. Y están convirtiendo la admirable profesión del periodista deportivo en un circo donde cada día actúan nuevos payasos.

No sé si Juan Antonio Alcalá se tiró a la piscina con pruebas o estaba vacía. Pero, a tenor de lo sucedido en las últimas horas, en las que nuestro máximo rival, por boca de su presidente, ha desmentido al F.C. Barcelona todo lo que aquel dijo por su boquita, me da la impresión de que lo han dejado, como vulgarmente se dice, con el culo al aire. No me extrañaría nada que el periodista hubiera recibido una filtración interesada desde altas instancias blancas, pero lo único que está claro es que ahora la cadena de radio para la que trabaja se va a tener que enfrentar a una denuncia que va a interponer el F.C. Barcelona. Con todas las de la ley.

Y lo va a tener que hacer porque ahora no se está tratando con un tema cualquiera. Más allá de calendarios y villaratos (se ha pasado bastante de puntillas sobre la falta que anulan a Messi, con el doble rasero de siempre, ya que, se escudan en que la jugada no fue falta, pero ignoran la extraña actitud de Pérez Lasa, uno de los señalados por Mou, que sale corriendo para pitar la supuesta falta de Busquets a Alexis y no manda repetir el lanzamiento de golpe franco, ya que éste aún no se había lanzado). Lo que se está poniendo en tela de juicio es la limpieza de cada uno de los puntos, de cada una de las victorias, de cada uno de los títulos (ocho en las dos últimas campañas) levantados por nuestro eterno capitán, Carles Puyol. Y eso no se puede pasar por alto.

Están manchando el fútbol español. Están ensuciando, con este juego en el que todo vale, los éxitos conseguidos a pulso por nuestros jugadores. Y ojo, no sólo con el F.C. Barcelona. No hay que olvidar que el Mundial de la selección española, del que tanto se llevan vanagloriando, tampoco estará exento de sospecha a partir de ahora. Porque en el equipo titular de La Roja fueron fundamentales hasta siete culés de los ocho seleccionados (todos menos Valdés).

Todo los sucedido no hace más que reafirmar mi orgullo de ser culé. Sobre todo, sabiendo cómo escuece cada tanto de Messi, cada parada de Valdés, cada toque de Xavi, cada regate imposible de Iniesta, cada carrera de Pedro. Estoy a muerte contigo, Barça, y apoyo la decisión de llegar en este tema hasta sus últimas consecuencias. Caiga quien caiga.

4 comentarios:

  1. Por cierto que por fin me va lo de los comentarios. Antes no lo conseguía al no tener cuenta "blogspot".

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  2. Esta vez se han pasado de la raya, dan mucho ASCO. Yo también apoyo a nuestro Barça a muerte!

    Saludos Y FORÇA ABI!!

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  3. Gracias, chic@s. Tenemos que estar más unidos que nunca: por Abi, por el Barça. Tenim un nom, el sap tothom.

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